viernes, 7 de diciembre de 2007

Un policía rescató a un nene de dos años en un incendio

Roberto Jesús González, un agente de Policía de 23 años que hace sólo diez meses está de servicio, rescató a un nene de dos años de un incendio, cuando ya el humo inundaba toda la casa. Lo salvó de una muerte segura, aunque el humo inhalado por el pequeño obligó a su internación anoche por el daño que sufrieron las vías respiratorias. Las puertas y ventanas estaban trabadas porque la mujer denunció a una pareja por ataques y la agresión a otro bebé de tres meses.El incendio se produjo anteanoche en la esquina de Farinatti e Italia. La llamada a los bomberos fue aproximadamente a la 1:20 de la madrugada.La casa afectada era apenas una pieza donde vivía una mujer con dos hijos: un bebé de tres meses y otro de dos años. El incendio se inició por la quema de una tela de jean, encendida para utilizar para alejar a los mosquitos. Pero la tela no fue apagada. Luego de esa brasa inicial, las llamas se extendieron rápidamente por la ropa, el machimbre y las sábanas y frazadas.Como la mujer estaba durmiendo cuando advirtió el fuego, ya había muchos elementos encendidos y, además, se produjo mucho humo.González, en su casa de Pilcomayo y Alemania, en la Zona Norte de la ciudad, explicó que “el Comando hizo un llamado. Nosotros estábamos en el legajo (patrullero) de la Segunda, íbamos a la altura del Aeropuerto, entonces respondimos a ese llamado”.Cuando llegaron había mucha gente y mucha desesperación. “Había un montón de gente. Estaban pateando una puerta porque se trabó la llave. Bueno. Y nos dijeron que había dos criaturas. Un compañero ingresó por la ventana de adelante. Pero como era tan fuerte el humo, así como entró salió”, explicó GonzálezEn realidad el bebé de tres meses estaba en la casa de la abuela, que queda contigua.“Empezamos a tratar de abrir la puerta, que estaba trabada con una vuelta de llave y de la misma desesperación finalmente se abrió”, dijo el policía.“Fue como una bocanada de humo que salió. De todas maneras yo le pedí un cuellito a un motorista. Ingresé de pie, pero el humo me mareó. Tuve que entrar agachado, casi sin respiración llegué a la habitación. Decían que había dos criaturas, pero yo encontré una sola”, dijo.“Cuando entré, abrí una puerta y se veía el resplandor del fuego. Seguí porque escucho que llora una criatura. Llego a la última pieza, empiezo a tantear y lo encuentro tirado en la pieza al nene”, explicó González. Dijo que el fuego era chico pero que el humo era muy denso.“Salí con desesperación, con la criatura en los brazos. Y en el jardín me caí y me la tomó en brazos el cabo primero”, dijo el policía.González explicó, sincero, que “no pensé en nada sino que ingresé. En el momento, si me acordé la enseñanza que me da la Policía no lo puedo decir, sino que entré por donde pude”. Con modestia, el agente González aceptó la felicitación del cronista.
Una actitud heroica y una dura historia
Las puertas y las ventanas de la vivienda incendiada estaban férreamente cerradas porque la mujer y sus hijos viven una situación de violencia. Precisamente la mujer estaba sola porque hay una orden judicial que mantiene a su pareja alejada de ese hogar, luego de ser reportada una agresión al bebé de tres meses.La mujer estaba, además, con la vigilancia de un pariente, quien fue el que rescató primeramente al bebé. Precisamente la mujer y el bebé sufrieron principio de asfixia porque le fue difícil destrabar puertas y ventanas, aseguradas de esa manera para impedir el ingreso del denunciado agresor.
el diario