lunes, 25 de febrero de 2008

Denunciaron el bombardeo del ’55 a Plaza de Mayo como crimen de lesa humanidad


Los bombardeos de junio de 1955 sobre Plaza de Mayo tenían como propósito "matar a la mayor cantidad posible de personas civiles" con el "objetivo político de quebrantar la voluntad de lucha o resistencia del presidente (Juan Domingo Perón) y de su base social, el peronismo", según denunció el abogado José Dequisa. La acusación fue presentada este lunes por el letrado ante la Cámara Federal donde, tras el sorteo de rigor, se determinó que le corresponderá investigarla al juez Ariel Lijo, con la intervención del fiscal Luis Comparatore. Dequisa adjuntó a su denuncia una copia del ejemplar del 8 de febrero de 2008 del diario Clarín y una investigación del periodista Daniel Cichero en su obra "Bombas sobre Buenos Aires" que también acompañó como elementos de prueba. Allí afirmó que esos ataques bélicos provocaron centenares o miles (a ciencia cierta aún no se sabe con certeza, por no haberse investigado) de muertos, heridos y mutilados" arrojando, según se desprende de investigaciones periodísticas que acompañó, "trece toneladas de bombas de fragmentación". Al definir los hechos como crímenes de lesa humanidad -por ende imprescriptibles- el denunciante dijo que se trató de "asesinatos dolosos e indiscriminados" que "repugnan al derecho internacional y al derecho de gentes" que "ha reaccionado contra las aberraciones genocidas o los crímenes de guerra". En las diez carillas de su escrito -al que Télam tuvo acceso- Deguisa efectuó un extenso y pormenorizado detalle de los 38 "aviones de guerra de las fuerzas armadas argentinas" que participaron del ataque; 28 de la aviación naval y 10 de la Fuerza Aérea; y de los objetivos prefijados. "La Plaza de Mayo, la Casa Rosada, el Ministerio de Obras Públicas, el Departamento Central de Policía Federal y la ex residencia presidencial, llamada Palacio Unzué, ubicada en lo que hoy es la Biblioteca Nacional", fueron los principales blancos del ataque, recordó el letrado. Deguisa quiere que se enjuicie a "todos aquellos autores supérstites a la fecha (que aún permanecen vivos) de la Armada de la República Argentina y de la Fuerza Aérea" que "bombardearon y ametrallaron la Plaza de Mayo y otros objetivos dentro de la Ciudad de Buenos Aires". "Estos hechos aberrantes se produjeron en forma sistemática", sostuvo y aclaró que habían sido "previamente planificados y con entrenamiento específico" con el objetivo de "matar al presidente Perón y tomar el gobierno". Otro objetivo, "de mayor gravedad que el primero", señala, era "matar a la mayor cantidad posible de personas civiles" con el "objetivo político de quebrantar la voluntad de lucha o resistencia del presidente y de su base social, el peronismo". "Las víctimas no estaban constituidas en ejército invasor enemigo al que patrióticamente se debía causar el mayor daño posible; las víctimas constituyeron el pueblo civil de Buenos Aires, desarmado y desprevenido", añadió. El letrado citó textos de Aristóteles en "Etica a Nicómaco", cuando explica que "era distinto ser injusto que ser malvado, que el culposo es injusto, pero cuando se obra por elección deliberada se es injusto y malvado". En ese sentido, enfatizó que la "maldad extrema que empuja al hombre a lesionar el ’derecho de gentes’ matando y mutilando masivamente a poblaciones indefensas y desprevenida ha encontrado óbice" en los Tratados Internacionales. Finalmente citó párrafos del General José de San Martín cuando sostuvo que "la Patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes" y concluyó que "la Patria no es abrigadora de crímenes".

télam

Los obispos cubanos le dieron su “voto de confianza” a Raúl Castro


El secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, se convertirá este martes en el primer funcionario de alta jerarquía católica en reunirse con el flamante presidente de Cuba, Raúl Castro, que este lunes recibió un "voto de confianza" de los obispos de la isla. "El Cardenal será recibido junto a toda la delegación que lo acompaña" en su visita a Cuba, explicó el canciller Felipe Pérez Roque en rueda de prensa, en la que consideró a Bertone "un excelente conversador". El ministro cubano y el número dos del Vaticano coincidieron en calificar de "fluidas y cordiales" las relaciones entre el gobierno cubano y la Iglesia Católica. Al hablar con la prensa en la sede de la Cancillería, Bertone subrayó que su visita -de carácter pastoral y oficial- fue dedicada a conmemorar el décimo aniversario de la estancia en Cuba del fallecido Papa Juan Pablo II, en enero de 1998. No obstante, relató que en sus conversaciones con las autoridades cubanas analizaron "asuntos concretos", destacó la existencia de "convergencias, también en asuntos internacionales" y la coincidencia en materia de "justicia y apoyo a los pobres". La tónica de las relaciones entre el gobierno de la isla y El Vaticano pareció ratificarse con la reafirmación de parte de Bertone de "las palabras de Juan Pablo II" contra el bloqueo que aplica Estados Unidos contra Cuba desde hace casi 50 años, una medida que el cardenal juzgó "inaceptable, lesiva para el pueblo cubano y falta de ética". Ante una pregunta sobre algún pedido de amnistía para presos cubanos hecha Bertone durante su visita a Cuba, el Cardenal dijo que la Iglesia "no pide amnistías, sino gestos que conduzcan a una reconciliación", reportó la agencia Ansa. El anuncio del encuentro de mañana entre Bertone y Castro se realizó apenas un rato después de que la Conferencia de Obispos isleños dieron a conocer su "voto de confianza" al flamante presidente, en sus objetivos de paz y en la anunciada promoción de cambios "en bienestar del pueblo cubano". "Como lo hicimos en Navidad, queremos también ahora renovar nuestros votos de confianza y con esperanza cristiana formular estos deseos al presidente, Raúl Castro, al Consejo de Estado y a la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento)", señalaron los prelados a través de un comunicado. En el texto, difundido por la agencia DPA, los obispos pidieron a la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba, que ayude a "llevar adelante con decisión esas medidas trascendentales que sabemos deber ser progresivas, pero que puedan comenzar a satisfacer desde ahora las ansias e inquietudes expresadas por los cubanos". La jerarquía católica de la isla reseñó el llamado de las autoridades cubanas a los ciudadanos, de septiembre y octubre pasado, "para debatir los problemas más urgentes de toda índole que les afectan". En el comunicado, los obispos reafirmaron que la designación de Raúl Castro y la visita del secretario de Estado Bertone a la isla revisten "un carácter de excepcionalidad". El primer día de Castro como mandatario, no obstante, también tuvo algunos golpes para el mandatario, uno de ellos de parte de Francia, que le exigió la liberación de presos políticos, en un comunicado del Ministerio de Exteriores difundido este lunes en París. "La puesta en libertad de opositores y periodistas, sobre todo aquellos en mal estado de salud, sería un primer signo de la determinación del gobierno cubano de impulsar reformas democráticas" en el país, señaló Francia.

télam

El verdadero Atlantis está en la Argentina


"Estado calamitoso". Esa fue la unánime evaluación de un grupo de expertos de la Prefectura Naval Argentina (PNA) después de tomar contacto por primera vez con el que fue, sin duda, el motovelero investigador más importante de la historia.Desde 1985 flotaba en estado de semi-desguace en el Puerto de Ingeniero White, vejado por la falta de mantenimiento, la desatención y la mucha desmemoria. Hubo hasta quien propuso darle destino final con el hundimiento. Y cuando su curso errático le marcaba la hora, lo salvaron.Pocos sabían que ese casco flotante prácticamente arruinado, ya sólo de colores óxidos y piezas originales en extinción había sido el buque que Estados Unidos mandó a construir a los astilleros de Burmeister & Wain de Copenhague, Dinamarca, en 1930, con el ambicioso objetivo de ayudar a develar incógnitas que hasta entonces permanecían sin respuesta.Fue el Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI), de Massachusetts que después de bautizarlo "Atlantis" llevó a su punto más álgido sus extensos logros científicos. Se recuerdan tantos, que en su honor, la NASA llamó así a su reconocido trasbordador espacial, cuya primera misión fue el 3 de octubre de 1985, con el lanzamiento al espacio de dos satélites militares de comunicaciones.Aunque lo más valioso de su amplia trayectoria fue haber sido la plataforma desde donde se gestó la teoría de la deriva de los continentes –movimiento de las placas continentales a lo largo de millones de años de la historia geológica de la Tierra-, uno de los mayores descubrimientos de la primera mitad del siglo XX.Este buque único para la época navegó los océanos Pacífico, Atlántico, e Índico, los mares Rojo y Mediterráneo, con un promedio de 260 singladuras por año. Y a bordo de él viajaron, entre otros, los premios Nobel de Medicina, el danés August Krogh (1920) y el ucraniano Selman A. Waksman (1952).Hacia Buenos AiresCómo fue a parar a la Argentina, es otra historia. Hacia 1966, el Dr. Bernardo Houssay, entonces presidente del CONICET, se obsesionó con traer el Atlantis –que estaba parado en Norteamérica- al país.Tras duras negociaciones con el WHOI, adquirió al buque de investigación que más millas había navegado, en apenas u$s3 mil dólares. Se impuso la condición de cambiarle el nombre: se eligió "El Austral" y después, "Dr. Bernardo Houssay", denominación que conserva hoy.El ahora "ex Atlantis" –Estados Unidos ya tenía el Atlantis II- navegaba aguas argentinas bajo un convenio con la Armada, que luego se dejó sin efecto pasando el buque a manos del Centro Nacional Patagónico de Puerto Madryn. Pese a que este último invirtió impulso y voluntad para ponerlo en servicio, lo hizo sin el suficiente capital.Su deterioro se aceleraba. Mientras, realizaba una cuarentena de campañas anuales. Hasta que, por necesidad de rescatarlo, el CONICET se lo ofreció a una autoridad de la PNA para que se hiciera cargo, con un bonus: un pequeño crucero de 20 metros que se llamó Dr. Leloir. Este último barquito se puso a navegar, pero el Houssay quedó detenido, hace ya más de 20 años, olvidado del glamour que había ostentado apenas décadas atrás y al borde de su destrucción total.Aunque, sin duda, era demasiado su currículum para dejarlo morir.La reconstrucciónFueron algunos "soñadores" de la PNA que se propusieron salvarlo encabezados por los entonces Prefectos Nacionales, Prefecto General Juan J. Beltritti y posteriormente -su primer capitán en la PNA- Prefecto General Carlos E. Fernández acompañado por un pequeño grupo de Oficiales Superiores y Oficiales Jefes de la Prefectura."El buque estaba destruido, era una misión muy difícil y entonces se barajaron distintas posibilidades, como iniciar la reconstrucción por cuenta propia un taller de San Fernando. Finalmente, decidimos llevarlo a TANDANOR (un astillero ubicado en el barrio porteño de La Boca)", contó a Infobae.com el Prefecto Mayor retirado Luis Zunino. El objetivo era reconstruirlo "tratando de no privar a la humanidad de una nave de estas características: en la Argentina teníamos un barco cuyo homenaje rinde el mundo y hubiera sido una pena y un error irreparable el haberlo hundido", destacó.El mal estado de la proa y la popa, que descansan hoy en el astillero y lo harán por siempre alejadas de la carroza, hizo que no pudieran recuperarse (aunque un proyecto de la PNA propone realizar con ellas una plaza dedicada a las ciencias para lo cual ya se ha tomado contacto con autoridades porteñas).En un recorrido por el interior de este barco de 43.51 metros de largo, 8.56 metros de ancho y poco más de 3,60 metros de profundidad, puede apreciarse el gran trabajo de restauración que se lleva adelante. Llevará las piezas originales y levantará sobre las aguas sus velas de hasta 39 metros de altura y 760 m2 de superficie."La emoción es muy grande, es inexplicable lo que se siente estar realizando esta reconstrucción y la responsabilidad también es importante", admitió Prefecto Principal Jorge Affonso."La Argentina se va a poder lucir con este barco. No es el mismo porque le cambiamos partes, pero mucho se reinstalará y la historia estará en esas piezas y en el espíritu del barco", destacó Zunino.Con una inversión que ya acumula más de 8 millones de pesos desde 2005, resurge el "Atlantis", que volverá al mar en 2010 para lo que fue creado y botado: descubrir los más profundos misterios del mar.

infobae

domingo, 24 de febrero de 2008

Un líder de la vocación totalitaria, pero pragmático



Fue en 1991. Cuando Fidel llegó, yo terminaba de escuchar las noticias de medianoche. En Pekín, el Diario del Pueblo había proclamado que China proseguiría "invariablemente el camino comunista". En Hanoi, el gobierno había asumido el compromiso de "continuar el camino escogido". En Moscú, no había camino: todo era confusión e incertidumbre. Consulté un Granma viejo que, esa tarde, me habían dado en Machurrucutu. Transcribía algo dicho por Fidel en Camagüey: "Si mañana nos despertamos con la noticia de que la Unión Soviética se desintegró... aun así seguiremos resistiendo". El diario era del 27 de julio de 1989. Para esa fecha -calculé- aún no había caído el Muro de Berlín. Dos años más tarde, ya no tenía mérito prever la desintegración de los Soviets . La URSS aún no había muerto, pero los carteles de La Habana hacían presentir la orfandad: "Esto no se acaba", "Esto no tiembla", "Esto no se apaga". Proclamaban coraje y transmitían temor. Una leyenda -expresión de fe y confesión de pequeñez- rezaba: "Mi onda es la de David", invocando al vencedor de Goliat. El gobierno se preparaba para tiempos "aciagos y amargos". Lo había dicho "El Comandante", llamando a "resistir". Era como si nada hubiera cambiado en la isla. Yo acababa de recibir, sin embargo, prueba de algunos cambios. Esa tarde había hablado en Machurrucutu ante una insólita audiencia, compuesta por burócratas castristas... y opositores llegados de Miami. El gobierno cubano cooperaba entonces con la Drug Enforcement Administration (DEA). Permitía, además, la emigración a los Estados Unidos, aunque fijaba cupos para que Washington no se sintiera -como años antes, cuando le llegaban los "marielitos"- víctima de una agresión. Castro había abandonado sus pretensiones de "exportar" la Revolución y, lejos de financiar rebeldías ajenas, Cuba las desalentaba. El capital privado, por último, ya había montado hoteles (como el Meliá de Varadero) y se esperaba que fuese tolerado en algunos servicios públicos. Yo estaba alojado en una "casa de protocolo", que era la antigua mansión de una familia pudiente. Fidel se quedó hora y media. Creo que puedo reconstruir parte de lo que dijo y sugirió:
"Cuba necesita ciertas reformas, no para aplacar a los de afuera, sino para que la Revolución se adapte a las nuevas condiciones."
"La sociedad cubana debe ser más abierta. Nuestra economía tiene que integrarse al comercio mundial."
"La crisis soviética, aunque prevista, fue de una velocidad inesperada y no le dio a Cuba tiempo para ajustes."
"¿Qué hacer ahora? Ejercitar la paciencia. Mientras en Estados Unidos impere el triunfalismo, hay reformas que serían fatales para la Revolución: se las interpretaría como signos de debilidad y, en vez de aplacar, azuzarían a los halcones de Washington. Ellos no se conforman con nada que esté por debajo de la rendición incondicional."
"No obstante las dificultades externas, la situación interna de Cuba, admite, todavía, que la Revolución elija el mejor momento para sus reformas."
"No hay que darle a Estados Unidos motivos para la agresión."
"Nosotros debemos negociar con toda economía capitalista que tenga interés en mantener relaciones con Cuba."
"Si las condiciones cambiaran en Estados Unidos y se levantara el bloqueo, habría acercamiento".
"Si antes de eso la isla fuera agredida, no quedaría sino luchar." Fidel sobrevivió a la Unión Soviética, de la cual parecía depender. Lo logró con pragmatismo. Con esa sabiduría que yo pude admirar la noche en que, provisto de halagüeña paciencia, me explicó cómo vislumbraba el mundo unipolar. No es fácil encontrar un personaje semejante. Hugo Chávez no es -como unos pretenden y otros temen- "el nuevo Fidel". Los asemeja una vocación totalitaria, pero uno procura adaptarse al mundo y el otro lo desconoce. Uno se cuida de no provocar y el otro vive provocando. Uno hizo una revolución con caña de azúcar y el otro no sabe cómo hacerla con petróleo. Uno pertenece al drama y el otro, a la comedia.

Rodolfo Terragno (La Nación - 21/02/2008)