domingo, 24 de febrero de 2008

Un líder de la vocación totalitaria, pero pragmático



Fue en 1991. Cuando Fidel llegó, yo terminaba de escuchar las noticias de medianoche. En Pekín, el Diario del Pueblo había proclamado que China proseguiría "invariablemente el camino comunista". En Hanoi, el gobierno había asumido el compromiso de "continuar el camino escogido". En Moscú, no había camino: todo era confusión e incertidumbre. Consulté un Granma viejo que, esa tarde, me habían dado en Machurrucutu. Transcribía algo dicho por Fidel en Camagüey: "Si mañana nos despertamos con la noticia de que la Unión Soviética se desintegró... aun así seguiremos resistiendo". El diario era del 27 de julio de 1989. Para esa fecha -calculé- aún no había caído el Muro de Berlín. Dos años más tarde, ya no tenía mérito prever la desintegración de los Soviets . La URSS aún no había muerto, pero los carteles de La Habana hacían presentir la orfandad: "Esto no se acaba", "Esto no tiembla", "Esto no se apaga". Proclamaban coraje y transmitían temor. Una leyenda -expresión de fe y confesión de pequeñez- rezaba: "Mi onda es la de David", invocando al vencedor de Goliat. El gobierno se preparaba para tiempos "aciagos y amargos". Lo había dicho "El Comandante", llamando a "resistir". Era como si nada hubiera cambiado en la isla. Yo acababa de recibir, sin embargo, prueba de algunos cambios. Esa tarde había hablado en Machurrucutu ante una insólita audiencia, compuesta por burócratas castristas... y opositores llegados de Miami. El gobierno cubano cooperaba entonces con la Drug Enforcement Administration (DEA). Permitía, además, la emigración a los Estados Unidos, aunque fijaba cupos para que Washington no se sintiera -como años antes, cuando le llegaban los "marielitos"- víctima de una agresión. Castro había abandonado sus pretensiones de "exportar" la Revolución y, lejos de financiar rebeldías ajenas, Cuba las desalentaba. El capital privado, por último, ya había montado hoteles (como el Meliá de Varadero) y se esperaba que fuese tolerado en algunos servicios públicos. Yo estaba alojado en una "casa de protocolo", que era la antigua mansión de una familia pudiente. Fidel se quedó hora y media. Creo que puedo reconstruir parte de lo que dijo y sugirió:
"Cuba necesita ciertas reformas, no para aplacar a los de afuera, sino para que la Revolución se adapte a las nuevas condiciones."
"La sociedad cubana debe ser más abierta. Nuestra economía tiene que integrarse al comercio mundial."
"La crisis soviética, aunque prevista, fue de una velocidad inesperada y no le dio a Cuba tiempo para ajustes."
"¿Qué hacer ahora? Ejercitar la paciencia. Mientras en Estados Unidos impere el triunfalismo, hay reformas que serían fatales para la Revolución: se las interpretaría como signos de debilidad y, en vez de aplacar, azuzarían a los halcones de Washington. Ellos no se conforman con nada que esté por debajo de la rendición incondicional."
"No obstante las dificultades externas, la situación interna de Cuba, admite, todavía, que la Revolución elija el mejor momento para sus reformas."
"No hay que darle a Estados Unidos motivos para la agresión."
"Nosotros debemos negociar con toda economía capitalista que tenga interés en mantener relaciones con Cuba."
"Si las condiciones cambiaran en Estados Unidos y se levantara el bloqueo, habría acercamiento".
"Si antes de eso la isla fuera agredida, no quedaría sino luchar." Fidel sobrevivió a la Unión Soviética, de la cual parecía depender. Lo logró con pragmatismo. Con esa sabiduría que yo pude admirar la noche en que, provisto de halagüeña paciencia, me explicó cómo vislumbraba el mundo unipolar. No es fácil encontrar un personaje semejante. Hugo Chávez no es -como unos pretenden y otros temen- "el nuevo Fidel". Los asemeja una vocación totalitaria, pero uno procura adaptarse al mundo y el otro lo desconoce. Uno se cuida de no provocar y el otro vive provocando. Uno hizo una revolución con caña de azúcar y el otro no sabe cómo hacerla con petróleo. Uno pertenece al drama y el otro, a la comedia.

Rodolfo Terragno (La Nación - 21/02/2008)