lunes, 3 de diciembre de 2007

Arrojaron venenos y vacunas peligrosas en pleno centro

En cuestión de minutos, lo que era un contenedor con escombros y juguetes se convirtió en un lugar de extremo peligro. Sólo la rápida reacción de un albañil impidió que ayer hubiese ocurrido una tragedia, cuando advirtió como un grupo de pequeños urgaba entre una marea de venenos, vacunas y medicamentos bovinos para rescatar un puñado de juguetes viejos. El sorpresivo caso ocurrió pasadas las 16 horas de ayer en Urquiza e Yrigoyen, junto a la sede del Consejo Profesional de Ciencias Económicas. A metros de allí, se encontraba un contenedor solicitado por un albañil que realizaba una obra de refacción en una casa.Aparentemente, tras realizar un alto en su trabajo, el hombre regresó al lugar y poco después, cuando se acercó a arrojar más escombros al contenedor, se encontró con la novedad. “Seguramente esperaron a que no quedara nadie para tirar los frascos, pero cuando volví me sorprendí porque justo estaban unos chicos buscando juguetes y les avisé que salieran del contenedor. No sé que hubiese pasado si se rompía algún frasco, porque igualmente el olor que emanan es tremendo”, dijo el albañil, que en principio avisó a LA ARENA, y enseguida desde este diario se comunicó de la situación a la policía.Los efectivos de la Seccional Primera, en un principio, realizaron una guardia en la zona junto al personal de Bomberos. Las tareas de limpieza se demoraron a raíz que desde la misma fuerza se decidió iniciar un expediente de oficio, y para eso se requirió la presencia de la División Criminalística.
Variedad.
Según se pudo comprobar, en el sitio había alrededor de 300 frascos con remedios veterinarios contra el carbunclo, brucelosis, tuberculosis, mancha, angrega y muerte súbita, abortos bovinos, vacunas y antiparasitarios externos e internos. Todos los medicamentos pertenecían al mismo laboratorio y, según se veía en los prospectos, muchos de ellos estaban vencidos y en sus envases rezaba una frase concluyente: “incinerar” o “mantener en lugares frescos, lejos del alcance de los niños”. Estos, sin embargo, se encontraban al rayo del sol, y casi todos sin los nylon protectores que debían poseer.Según informaron, los frascos también llevaban impreso un número de partida y otra información que marca la legislación referida al manejo de estas sustancias, por lo que se estima que en pocas horas podría conocerse quién o quiénes los arrojaron.En las tareas de limpieza, junto a los bomberos, también intervino personal de la Municipalidad de Santa Rosa, que además podría colaborar para encontrar al responsable de la desaprensiva maniobra.
la arena