jueves, 15 de noviembre de 2007

Inflación, el principal desafío de Lousteau


El designado ministro de Economía, Martín Lousteau, ya comenzó a trabajar en la normalización del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) con el complejo objetivo de mejorar las alicaídas expectativas de la población en general y de los inversores en particular respecto del nivel real de la inflación. Apenas pisó suelo argentino, el domingo pasado, tras un viaje por la India, Lousteau encargó a su equipo del Banco Provincia que trabajara sobre diferentes ideas; una de las claves es devolverle la credibilidad al Indec para darle sentido a la lucha contra la inflación que pretendería encarar el próximo Gobierno. "Ese trabajo es básico para tomar cualquier otra medida", indicaron fuentes calificadas a LA NACION, sin querer mencionar todavía qué pasará con el polémico secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, maestro mayor de obras del escándalo de la manipulación del índice de precios que investiga la Justicia. De hecho, hace algunas semanas Lousteau expresó que había que trabajar el acortamiento de la brecha que existe entre la percepción inflacionaria de la gente y el índice de precios al consumidor (IPC). Su equipo de asesores ha dicho que este vapuleado índice estará en torno del 9%, pero que la inflación real se encuentra cerca del 15 por ciento. Lousteau parecía estar convencido de que sería designado en el Banco Nación en reemplazo de Gabriela Ciganotto hasta que un conflicto que aún no queda muy claro -más allá de la pelea casi pública en torno del Indec con Moreno- dejó a Miguel Peirano fuera de carrera para continuar en su cargo en lo que parece ser un gabinete de transición para inaugurar el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Más fuerte sonaban los nombres del presidente del Banco Central, Martín Redrado, y del administrador federal de ingresos públicos, Alberto Abad. Sin embargo, el presidente Néstor Kirchner le pidió el lunes pasado a Redrado que continúe en su cargo y hubo una señal similar hacia Abad, cuya tarea en la AFIP le permitió incursionar en definiciones de política tributaria más allá de su rol. Así, Lousteau quedó imprevistamente en la primera línea, aunque pensaba que este cargo le llegaría más adelante, algo parecido a lo que imaginó Redrado y también el ex presidente del Central Mario Blejer. Al instante, convocó a Javier Okseniuk, Rodrigo Pena, Gastón Rossi, Melisa Sala y María José Suárez Villabona, sus asesores más directos en el Banco Provincia y su equipo en la Fundación Unidos en el pasado. En un reportaje con LA NACION, parte de este equipo, que se enorgullece de estar entre los primeros en el ranking de expectativas de mercado del Banco Central, indicó en abril pasado que "sería excelente crear las bases para crecer un 5% anual", luego de la fuerte recuperación registrada desde 2003 con un promedio cercano al 9 por ciento. Para lograr ese crecimiento sostenido, el nuevo equipo económico hará hincapié en la necesidad de "garantizar un esquema macro que evite las crisis recurrentes", mejorando la productividad de las inversiones y la distribución del ingreso, según explicaron. También se buscará moderar el gasto público para garantizar el superávit fiscal con la ayuda extra del nuevo esquema de las retenciones al agro. A esto podría sumarse su idea de crear un impuesto a la renta financiera o, más específicamente, a los capitales golondrina para reducir la volatilidad cambiaria. Queda por ver quiénes pasarán con él del Bapro a Economía, ya que seguramente la Casa de Gobierno buscará "proponer" funcionarios para las secretarías de Estado más importantes. Una de ellas, sin duda, será la Secretaría de Hacienda, donde Carlos Mosse le dejaría su cargo a Juan Carlos Pezzoa, un experimentado técnico en cuentas fiscales del peronismo que trabajó en el equipo de Domingo Cavallo en la década del 90, al igual que el actual jefe de Gabinete, Alberto Fernández. La otra incógnita es la Secretaría de Finanzas, que ocupa Sergio Chodos, con buenos contactos en el oficialismo, que tenía previsto viajar este fin de semana a la cumbre del Grupo de los 20 para tratar la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI). Más seguridad hay sobre la Secretaría de Industria, ya que seguramente Leila Nazer, que llegó con Peirano, se irá con él en diciembre. Diego Petrecolla, ex economista de la UIA y amigo de Lousteau, podría ir allí. También habrá que ver su relación con Redrado, que había mantenido un buen vínculo con Peirano. A principios de año, de hecho, hubo un intercambio fuerte de opiniones entre las conducciones del Central y del Bapro por la política de cancelación de los redescuentos de la entidad bonaerense. Desde diciembre, se sabrá cómo sigue ese sensible vínculo.

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