martes, 20 de noviembre de 2007

Se fracturó la Coalición Cívica


La historia vuelve a repetirse. Un núcleo de diputados del ARI conformó ayer el "Grupo de los ocho", a imagen y semejanza del que armó hace 18 años Chacho Alvarez, como prólogo de su ruptura con el PJ.El argumento de aquella rebeldía fue el viraje del entonces presidente Carlos Menem hacia la derecha. El de ahora se relaciona a un giro en idéntica dirección que los aristas rebeldes le endilgan a Elisa Carrió, fundadora del ARI y ex candidata presidencial de la Coalición Cívica.Los disidentes son liderados por Eduardo Macaluse -a quien Carrió había ordenado reemplazar como presidente del bloque- y rechazan a la Coalición Cívica, donde conviven el ARI oficial, radicales de Margarita Stolbizer, seguidores de Patricia Bullrich e intelectuales sin partido. Bajo ese paraguas, el socialista Rubén Giustiniani fue vice de Carrió. "Mantenemos las banderas históricas del ARI. Carrió no puede cambiar el rumbo y decirnos que al que no le gusta que se vaya", afirmó Macaluse, al anunciar ayer en el Congreso la ruptura con la candidata a la que apoyó en las elecciones presidenciales.Lo escoltaban Carlos Raimundi, Delia Bisuti, María América González, Leonadro Gorbacz y Verónica Benas, quienes integrarán desde diciembre el bloque ARI autónomo, junto a Emilio García Méndez y Lidia Naim. También estuvo Martha Maffei, que dejará su banca porque Carrió no le permitió ir por la reelección. El sector se proclama como ala progresista del ARI.La división impediría que la Coalición Cívica desplace a la UCR como segunda fuerza, ya que los 27 diputados que quedan en ese esquema no harán una sola bancada, sino un interbloque de tres o cuatro fuerzas. El bloque radical sumaría 26 y conservaría los cargos reservados a la oposición. En el Senado, donde la Coalición tendrá 5 bancas, los dos aristas fueguinos también harán rancho aparte.La actitud de los rebeldes disparó duros cruces con dirigentes de la Coalición Cívica que se mantienen fieles a Carrió. Patricia Bullrich y Fernando Sánchez -el diputado que reemplazó a Carrió cuando renunció a su banca de diputada-, coincidieron en acusar a los disidentes de ser "funcionales al Gobierno". El tono de esa réplica está referido a los ataques lanzados por emisarios de la Casa Rosada en torno a los ingresos personales de Carrió, la candidata que llegó detrás de Cristina Kirchner.Aunque Maffei descalificó la ofensiva del Gobierno considerándola "una trivialidad" y Macaluse aclaró que "a Carrió la defendimos en las buenas y en las malas", Raimundi se plantó contra la referente de la Coalición Cívica. La acusó de "fomentar la división social" al atribuirle al voto del 28 de octubre "una diferencia entre los sectores más ricos y los más pobres".En tanto, la titular del ARI, Elsa Quiroz, y las principales figuras distritales -incluida la gobernadora electa de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos- firmaron un comunicado donde ratificaron su lealtad a Carrió y advirtieron a los rebeldes que "ARI hay uno solo". Además, los intimaron a "acatar las decisiones" que el sábado tomará el Congreso del partido.Si el partido les prohíbe el uso de la sigla ARI -como se especula-, los disidentes pensarían en emigrar. Ya hablan de armar un nuevo espacio de centroizquierda con socialistas y el diputado de la CTA, Claudio Lozano.La polémica rebotó anoche en el ARI bonaerense: la mesa directiva suspendió a Raimundi como jefe partidario y convocó a internas para febrero. Raimundi fue impulsor de la fractura y sus compañeros creen que se debe a que Stolbizer lo desplazó de la candidatura a gobernador.

clarín