pocos días de finalizar su mandato, Néstor Kirchner cerró ayer el círculo de una de las medidas más impactantes y simbólicas de su presidencia. Al igual que el 24 de marzo de 2004, en los inicios de su gestión, Kirchner volvió a la ESMA para encabezar un nuevo acto y dar forma definitiva al traspaso del predio a los organismos de derechos humanos, a través de la firma de un convenio para la creación del ente que estará encargado de administrar el "Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos".Al hablar en el lugar donde funcionó el centro clandestino de detención por donde se calcula, pasaron unas cinco mil personas que fueron asesinadas y desaparecidas durante la dictadura, tanto Kirchner como su esposa, la presidenta electa Cristina Fernández, celebraron el fallo de la Cámara de Casación que convalidó la reapertura de la megacausa ESMA."Por fin se movió la Justicia, por fin la Cámara de Casación dio un paso trascendente para el juicio sobre las torturas, desapariciones, todo lo que se hizo acá en esta casa", sostuvo Kirchner, que meses atrás había lanzado fuertes críticas contra las "demoras" de ese tribunal en expedirse.Kirchner dijo sentirse "extremadamente emocionado" y "al límite", y le cedió la palabra a la presidenta electa, que a su turno recordó lo "conmovedor" que fue para ella recorrer junto a su hijo, por la tarde de aquel 24 de marzo de 2004, el edificio de lo que fue el Casino de Oficiales donde funcionó el centro de detención.Cristina habló emocionada y por momentos a punto de quebrársele la voz. "Quiero reafirmar el compromiso de un proyecto político con la memoria, la verdad y la Justicia", afirmó desde el escenario levantado en lo que fue el Patio de Armas de la ESMA (definitivamente desalojada por los marinos un mes atrás). A ambos lados se montaron largos palcos para funcionarios e invitados, y del otro lado Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. El público (ocho mil personas según el cálculo de los organizadores) fueron los militantes de las organizaciones sociales kirchneristas: Libres del Sur, la FTV, el Movimiento Evita, el MUP y el Frente Transversal del diputado Edgardo Depetri. También hubo micros con gente que respondía a los intendentes de Moreno y Berazategui.Todo el acto no duró más de 25 minutos. Junto a los Kirchner estuvo casi todo el Gabinete, reunido como para una ocasión solemne. Kirchner firmó el convenio con el jefe de Gobierno, Jorge Telerman. En la mesa principal del escenario se sentaron junto al matrimonio del poder, el vice Daniel Scioli, Telerman, y las titulares de Madres y Abuelas, Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto.En referencia a los juicios en marcha y por venir, la presidenta electa pidió separar la paja del trigo" entre los militares y sostuvo que "lo que repara es la justicia para todos". Cuando terminó el acto, Cristina se abrazó largamente con Bonafini.Los Kirchner se quedaron un buen rato saludando a la gente y sacándose fotos. "Queremos justicia sin venganza, con memoria", dijo Kirchner a la prensa. En diálogo con Clarín, la ministra de Defensa, Nilda Garré, descartó que la movida pueda caer mal entre los militares y destacó la colaboración de la Armada en una "retirada compleja y ordenada" de la ESMA.
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