La Agrupación Fuentealba salió a denunciar ayer, mediante un crítico documento, que el Ministerio de Educación decidió imprevistamente el pasado viernes -“sin previo aviso y sin anestesia”, señalaron- cerrar cursos de segundo y tercer año por baja matrícula en varios Colegios Polimodales de la ciudad, la mayoría ubicados en zonas periféricas.“Increíblemente, no hubo en el fin de semana, ninguna declaración de los dirigentes de UTELPa repudiando el hecho”, se quejaron. “¿Cómo se puede seguir declamando que se está luchando por la estabilidad laboral y la recuperación de la calidad de la educación?”, insistieron con la crítica.El escrito difundido por la Agrupación Fuentealba fue titulado “El canto del Teru-teru”. Con ironía apelaron a la expresión popular “El tero pone los huevos en un lado y canta en el otro” para hacer referencia a “maniobras de distracción de ciertos personajes o instituciones, mientras dirigentes de la UTELPA y funcionarios del Ministerio de Educación, nos tuvieron entretenidos con la discusión mediática de: ‘nos vamos de paritaria, volvemos a paritaria’; paro del 7 de noviembre (¿solitario día de combatividad?) que sembró más interrogantes que certezas; intercambio de declaraciones de funcionarios y dirigentes del gremio (en las que las frases ‘paso a paso’ se vuelven común en bocas de unos y de otros)... mientras todo esto sucedía, el viernes 16 del corriente mes, último día de la semana, sin previo aviso y sin anestesia, con llamadas telefónicas o visitas personales de coordinadoras, varios Colegios Polimodales de la ciudad (la mayoría ubicados en zonas periféricas), fueron informados del cierre de cursos por baja matrícula: segundos y terceros años”.El documento -que lleva las firmas de Marta Alcala, Margarita Bastián, Marisa Lambert, Carlos Urmente, Cristina Gatica y Christian Rosso- sostiene que “el Ministerio de Educación no vacila, para ellos la educación es un gasto y corresponde realizar ajustes de tanto en tanto. ¿A quién le importa, desde el Ministerio, que el Polimodal sea obligatorio?, se preguntaron.Y apuntaron que “nosotros, los docentes, fuimos distraídos con el tema de las paritarias, mientras el Ministerio, contando con el silencio de los dirigentes, daba inicio al cierre de cursos, con todo lo que esto significa: desestabilización y reacomodamiento laboral para titulares e interinos (con riesgo de perder interinatos para estos últimos), pérdidas de las horas para los suplentes, pérdida de pertenencia a un grupo de adolescentes que continúan en riesgo y a los que cada día les cuesta más creer en que existe un futuro para ellos, subestimación absoluta de los padres que forman parte de estas comunidades barriales y avasallamiento de directivos comprometidos con su función, que en estas decisiones son convidados de piedra”.Finalmente plantean otro interrogante: ¿cómo pueden estar satisfechos con sentarse en paritarias (“paso a paso”), si en la realidad, el diálogo no existe y medidas unilaterales que afectan a la comunidad educativa, se siguen tomando sin que el gremio reaccione?”.
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