El presidente del Banco Central, Martín Redrado, reconoció ayer que se encuentra «profundamente preocupado» por la inflación del país, ante un auditorio repleto de inversores en Londres. Pero las confesiones del funcionario no quedaron ahí, ya que también consideró que «es necesario profundizar el superávit fiscal». La reunión fue organizada por la revista «Euromoney» y participaron, además del titular del Central, funcionarios del equipo económico y economistas privados. Pero, por lejos, las palabras que resonaron durante y después de la conferencia fueron las de Redrado. Tras el encuentro, muchos inversores consideraron que su discurso es parte del sinceramiento que propone al menos una parte del equipo económico: «En las últimas semanas se nota una vocación de los funcionarios del ala técnica por no esconder más los problemas y, además, de marcar diferencias con las prácticas irracionales de Guillermo Moreno», explicó uno de los asistentes en diálogo con este diario. El funcionario declinó mencionar cuál es el verdadero nivel del aumento de precios y sólo se refirió a la estabilidad de la tasa de inflación « núcleo», un concepto que se utiliza mucho en los mercados desarrollados. Claro que en el caso argentino sirve poco para entender el fenómeno. Además, y en línea con lo que viene manifestando en los últimos meses, consideró que el enfoque para combatir la inflación debe ser múltiple: «Es preciso desarrollar un trabajo conjunto entre la política fiscal, la monetaria, de salarios y medidas relacionadas con la competitividad para sostener el progreso en los próximos años». Claro que no todos los funcionarios que hablaron ayer siguieron la corriente de Redrado. El secretario de Finanzas, Sergio Chodos, contestó al ser consultado sobre la manipulación de las cifras que «los datos que divulga el INDEC son creíbles» (ver aparte).
Austeridad Redrado alertó, además, sobre la necesidad de llevar adelante una política de mayor austeridad fiscal: «El superávit consolidado llegó a 5,3% en 2004 y ahora bajó dos puntos porcentuales». «Es necesario -resaltó- que se preserve y profundice dicho superávit, porque aún estamos en la transición típica de períodos poscrisis». Las palabras de Redrado respecto al superávit se suman al mensaje que el matrimonio presidencial ya estuvo dando en sus encuentros con inversores, tanto en la Argentina como en el exterior. Mientras que Néstor Kirchner confirmaba la semana pasada que el ahorro fiscal comprometido para el año próximo será de 3,15%, dejó trascender que a Cristina «le gustaría que sea de 4%. Miguel Angel Broda, uno de los economistas que expuso en la capital inglesa, señaló que «no será el primer ministro de Economía de Cristina Kirchner quien enfrente los problemas de la Argentina, sino el segundo». Dejó en el aire la idea de que el inicio de la posible gestión de la actual candidata puede ser bastante turbulento. Economistas del HSBC, por otra parte, se preocuparon en resaltar la «correcta intervención» del Central en la crisis financiera. Primero, explicaron, la entidad salió a frenar la escalada de la divisa para no alentar mayor presión inflacionaria y ahora se inyectó una importante cantidad de pesos para ponerle un techo a la suba de tasas. Estas fueron otras declaraciones del titular del Central:
El BCRA actuó agresivamente por medio del mercadode futuros para estabilizar el tipo de cambio.
Así como el nivel de reservas actúan como un seguro de liquidez para la política monetaria, la liquidez de los bancos es la primera línea de defensa contra eventos inesperados. La regulación permitió que actualmente los bancos conserven 40% de efectivo sobre sus activos totales, una de las relaciones más altas en la región.
Las acciones que implementamos están mostrando la consistencia y efectividad de nuestra estrategia. Probamos contar con la «artillería» necesaria para preservar al mercado cambiario y monetario.
Además, dejamos en claronuestro compromiso con la estabilidad de precios, con las limitaciones derivadas de los instrumentos que tenemos a mano en esta etapa de transición.
Austeridad Redrado alertó, además, sobre la necesidad de llevar adelante una política de mayor austeridad fiscal: «El superávit consolidado llegó a 5,3% en 2004 y ahora bajó dos puntos porcentuales». «Es necesario -resaltó- que se preserve y profundice dicho superávit, porque aún estamos en la transición típica de períodos poscrisis». Las palabras de Redrado respecto al superávit se suman al mensaje que el matrimonio presidencial ya estuvo dando en sus encuentros con inversores, tanto en la Argentina como en el exterior. Mientras que Néstor Kirchner confirmaba la semana pasada que el ahorro fiscal comprometido para el año próximo será de 3,15%, dejó trascender que a Cristina «le gustaría que sea de 4%. Miguel Angel Broda, uno de los economistas que expuso en la capital inglesa, señaló que «no será el primer ministro de Economía de Cristina Kirchner quien enfrente los problemas de la Argentina, sino el segundo». Dejó en el aire la idea de que el inicio de la posible gestión de la actual candidata puede ser bastante turbulento. Economistas del HSBC, por otra parte, se preocuparon en resaltar la «correcta intervención» del Central en la crisis financiera. Primero, explicaron, la entidad salió a frenar la escalada de la divisa para no alentar mayor presión inflacionaria y ahora se inyectó una importante cantidad de pesos para ponerle un techo a la suba de tasas. Estas fueron otras declaraciones del titular del Central:
El BCRA actuó agresivamente por medio del mercadode futuros para estabilizar el tipo de cambio.
Así como el nivel de reservas actúan como un seguro de liquidez para la política monetaria, la liquidez de los bancos es la primera línea de defensa contra eventos inesperados. La regulación permitió que actualmente los bancos conserven 40% de efectivo sobre sus activos totales, una de las relaciones más altas en la región.
Las acciones que implementamos están mostrando la consistencia y efectividad de nuestra estrategia. Probamos contar con la «artillería» necesaria para preservar al mercado cambiario y monetario.
Además, dejamos en claronuestro compromiso con la estabilidad de precios, con las limitaciones derivadas de los instrumentos que tenemos a mano en esta etapa de transición.
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