jueves, 13 de septiembre de 2007

Macri y "Antonito" de la Rúa juntos; ¿nace el sushi PRO?


Mauricio Macri sacó a relucir su posmodernismo político cuando fue descubierto en una clandestina cita con Antonio de la Rúa, hijo mayor del ex presidente de la Alianza. El novio de Shakira, que llegó al país para celebrar el próximo sábado los 70 años de su padre, mantuvo un encuentro con el futuro jefe de Gobierno ayer al mediodía en un café porteño. Ambos coincidieron en analizarla realización de shows musicales gratuitos y al aire libre una vez que el ex diputado xeneize asuma la intendencia de la Capital Federal. Al cónclave se sumó también el empresario de espectáculos musicales Marcelo Fígoli, director general de Fenix Entertainment Group, quien ofreció su know-how e infraestructura recitalera para replicar el evento Buenos Aires Vivo (BAV), que en la época del De la Rúa intendente ofreció sin costo para el público conciertos, obras de teatro y proyección de films. Ya muchos comparan el estilo anodino y apático de Macri con el del ex presidente radical, pero la idea de reflotar el BAV le causa escalofríos a más de un macrista: aquel proyecto cultural a cargo de Darío Lopérfido terminó trágicamente con dos jóvenes electrocutados, casi un Cromañón delarruista.
Asesor Fígoli, además, es un viejo conocido de Macri a quien le alquiló la Bombonera para más de un recital: desde Ricardo Arjona pasando por Chaqueño Palavecino y el estadounidense Lenny Kravitz. «Antonito» y el empresario le habrían acercado además a Macri el nombre de Alejandro «Conejo» Gómez, un antiguo asesor cultural de Lopérfido perteneciente al grupo sushi que también integran los hijos del ex presidente de la UCR, casi todos hoy en los equipos de Shakira para hacerse cargo de la Secretaría de Cultura porteña. El futuro gobernador porteño todavía no tiene un candidato público para ocupar ese puesto en la Ciudad de Buenos Aires. El veto del cardenal Jorge Bergoglio a Ignacio Liprandi, principal postulante para ocupar esa dependencia, sumerge al macrismo en el limbo cultural. Es que Liprandi habría sido el responsable de convencer a Macri de votar a favor de la unión civil para homosexuales, medida que enojó al jefe del Episcopado, cuyo disgusto transmitió a Gabriela Michetti. El vínculo entre Macri y el radicalismo «sushi» se basa en Horacio Rodríguez Larreta y se ramifica también a través de Cecilia Felgueras, quien, en su época de viceministra de Desarrollo Social (ya con De la Rúa en la presidencia), fue la encargada de llevar al futuro jefe de Ministros de la Capital Federal como interventor al PAMI. Aún hoy la ex funcionariadelarruista y Horacio Rodríguez Larreta mantienen una aceitada amistad. Vía «Antonito», otro nombre que suena para la Secretaría de Cultura de PRO es el de Ricardo Manetti, quien ya ocupó el cargo de subsecretario de esa cartera con Felgueras en la Ciudad durante la gestión de De la Rúa. Apenas 20 minutos permaneció el jefe de PRO sentado a la mesa de una coqueta confitería. Su rigurosa administración del tiempo, pero sobre todo el partido donde Boca Jrs. venció 2-0 a Olimpo de Bahía Blanca, apuraban al ingeniero. Como para empaparse un poco más de la experiencia latinoamericana y contrastar con el tour europeo de Cristina Fernández de Kirchner, Macri también le dedicó un rato a un grupo de alcaldes venezolanos junto a quienes analizó la situación institucional de la Argentina y de la república bolivariana. Junto al ex embajador Diego Guelar y el diputado Eugenio Burzaco, el electo jefe de Gobierno porteño también recibió en la sede de PRO a los opositores presidente y el vicepresidente de la Asociación de Alcaldes de Venezuela (ADAVE), Saady Bijani y Leopoldo López
Ambito Financiero