Eduardo Duhalde volverá abiertamente a la política el 10 de diciembre próximo con un mandato específico: reconstruir el peronismo y situarse como líder indiscutido de ese espacio para plantarse como un claro opositor al kirchnerismo. “Siempre dije que mi apoyo y mi silencio era para este gobierno, pero no para otro. Y este gobierno termina el 10 de diciembre”, señaló el ex presidente en las últimas horas a sus allegados, según confiaron a LA NACION varias fuentes duhaldistas. Así, no intervendrá en el ruedo político nacional hasta después de que asuma el sucesor de Néstor Kirchner. La intención de Duhalde quedó reflejada en una carta con su firma que se publicó ayer en LA NACION. Allí negó tener “participación” en el “armado electoral” de las listas de candidatos para las elecciones del 28 de octubre, pero reveló que a partir del 10 de diciembre trabajará “en la reconstrucción del justicialismo”. Ayer, el ex presidente, un viejo caudillo del PJ bonaerense, recibió llamadas de todo el país y a todos les aclaró que nunca se había retirado de la política definitivamente. Dirigentes del peronismo bonaerense que últimamente no fueron tenidos en cuenta en el armado de listas del Frente para la Victoria se quejaron por lo tardío de la decisión. “Tendría que haberlo hecho antes”, dijeron. En la Casa Rosada, el tema fue minimizado. Varios ministros expresaron a LA NACION que Duhalde ya no tiene poder territorial como antes y explicaron que la mejor forma de mantenerlo aislado será “seguir apoyando económicamente a los intendentes”. El regreso de Duhalde se viene gestando desde hace tiempo y contempla varias etapas. No se limita al posible armado de candidaturas que el propio Duhalde negó haber realizado. Según confiaron a LA NACION varios allegados al ex presidente, el proyecto duhaldista se sustenta en tres puntos centrales: el rearmado del PJ a nivel nacional que él mismo quiere liderar, el " aggiornamento de las banderas históricas del peronismo" y la profundización del denominado Movimiento Productivo Argentino, una red que comenzó a armar en 2001 donde convergen sectores del campo, la industria y la política. Ejes centrales A pesar de que los duhaldistas de paladar negro no lo digan abiertamente, está claro que el proyecto del ex presidente apunta a recoger los heridos que deje el kirchnerismo tras los comicios de octubre. Sin ese poder territorial y político, no tiene mayor sustento el proyecto. El denominado " aggiornamento peronista" que se propone difundir Duhalde tiene tres ejes centrales:
Una reforma en la participación del ingreso que incluya un cambio radical en la renta laboral. Esto se traduciría en un proyecto de ley de reforma impositiva de fondo y en una redistribución del ingreso.
La propuesta de un esquema de "renta básica" que apunte a un ingreso ciudadano universal. Con esto, Duhalde pretende (su esposa y senadora Hilda González trabajó largamente en la idea) establecer planes sociales que cubran a toda la población que se encuentra por debajo de la línea de la pobreza y la indigencia.
El tercer punto de este proyecto destaca la necesidad de crear un "derecho de arraigo", que busca que todo ciudadano tenga acceso a la tierra. Este esquema se ensayó en algunas comunas bonaerenses donde se entregaron tierras del Estado a indigentes en poblaciones menores cuando Duhalde era gobernador de Buenos Aires. Para poner en marcha estas ideas Duhalde intentará rearmar el PJ en el nivel nacional que hoy está intervenido y carece de razón de ser. Es muy probable que para ello el ex presidente se enfrente con Kirchner, quien ya dio señales claras de que también buscará presidir el peronismo nacional. Duhalde deslizó esta idea a la jueza electoral María Romilda Servini de Cubría que debe definir los pasos para destrabar la intervención partidaria. Duhalde apuntalará este plan de rearmado partidario desde el Congreso con la presentación de proyectos de ley para impulsar una profunda reforma política. "Desde que en 2001 hubo una debacle de los partidos políticos no fuimos capaces de mejorar y apuntalar el sistema de partidos con internas abiertas y designaciones más transparentes que mejoren la calidad democrática", dijo Duhalde a sus allegados en los últimos días desde su casa de Lomas de Zamora. La pelea partidaria que Duhalde quiere dar en el PJ se sustentará con los "heridos" que deje, en futuro no lejano, el kirchnerismo y con aquellos dirigentes que, eventualmente, Cristina Fernández de Kirchner deje a un lado si llega a la Casa Rosada. En rigor, Duhalde nunca perdió el contacto con los intendentes del PJ que hoy están aliados al kirchnerismo por cuestiones electorales. Tampoco Duhalde dejó de reunirse con la denominada "liga de gobernadores del PJ". Allí se cuentan, entre otros, a José Manuel de la Sota (Córdoba), Juan Carlos Romero (Salta), Jorge Obeid (Santa Fe), Carlos Verna (La Pampa) y José Luis Gioja (San Juan). Se destaca, entre otros dirigentes del PJ que mantiene contacto con Duhalde, el candidato a gobernador bonaerense Daniel Scioli. Este le reconoce al ex presidente su apoyo inciondicional en momentos en que el kirchnerismo lo aisló. El arco opositor que quiere armar Duhalde se completará con el denominado Movimiento Productivo Argentino. Allí convergen en forma personal referentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), de las organizaciones del agro y de las cámaras de la construcción y el comercio. También Duhalde mantiene contactos y asesoramientos de referentes económicos tan diversos como Alfonso Prat-Gay y Rubén Lo Vuolo, que suele asesorar a la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
Una reforma en la participación del ingreso que incluya un cambio radical en la renta laboral. Esto se traduciría en un proyecto de ley de reforma impositiva de fondo y en una redistribución del ingreso.
La propuesta de un esquema de "renta básica" que apunte a un ingreso ciudadano universal. Con esto, Duhalde pretende (su esposa y senadora Hilda González trabajó largamente en la idea) establecer planes sociales que cubran a toda la población que se encuentra por debajo de la línea de la pobreza y la indigencia.
El tercer punto de este proyecto destaca la necesidad de crear un "derecho de arraigo", que busca que todo ciudadano tenga acceso a la tierra. Este esquema se ensayó en algunas comunas bonaerenses donde se entregaron tierras del Estado a indigentes en poblaciones menores cuando Duhalde era gobernador de Buenos Aires. Para poner en marcha estas ideas Duhalde intentará rearmar el PJ en el nivel nacional que hoy está intervenido y carece de razón de ser. Es muy probable que para ello el ex presidente se enfrente con Kirchner, quien ya dio señales claras de que también buscará presidir el peronismo nacional. Duhalde deslizó esta idea a la jueza electoral María Romilda Servini de Cubría que debe definir los pasos para destrabar la intervención partidaria. Duhalde apuntalará este plan de rearmado partidario desde el Congreso con la presentación de proyectos de ley para impulsar una profunda reforma política. "Desde que en 2001 hubo una debacle de los partidos políticos no fuimos capaces de mejorar y apuntalar el sistema de partidos con internas abiertas y designaciones más transparentes que mejoren la calidad democrática", dijo Duhalde a sus allegados en los últimos días desde su casa de Lomas de Zamora. La pelea partidaria que Duhalde quiere dar en el PJ se sustentará con los "heridos" que deje, en futuro no lejano, el kirchnerismo y con aquellos dirigentes que, eventualmente, Cristina Fernández de Kirchner deje a un lado si llega a la Casa Rosada. En rigor, Duhalde nunca perdió el contacto con los intendentes del PJ que hoy están aliados al kirchnerismo por cuestiones electorales. Tampoco Duhalde dejó de reunirse con la denominada "liga de gobernadores del PJ". Allí se cuentan, entre otros, a José Manuel de la Sota (Córdoba), Juan Carlos Romero (Salta), Jorge Obeid (Santa Fe), Carlos Verna (La Pampa) y José Luis Gioja (San Juan). Se destaca, entre otros dirigentes del PJ que mantiene contacto con Duhalde, el candidato a gobernador bonaerense Daniel Scioli. Este le reconoce al ex presidente su apoyo inciondicional en momentos en que el kirchnerismo lo aisló. El arco opositor que quiere armar Duhalde se completará con el denominado Movimiento Productivo Argentino. Allí convergen en forma personal referentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), de las organizaciones del agro y de las cámaras de la construcción y el comercio. También Duhalde mantiene contactos y asesoramientos de referentes económicos tan diversos como Alfonso Prat-Gay y Rubén Lo Vuolo, que suele asesorar a la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
Por Martín Dinatale De la Redacción de LA NACION
Rechazo de Macri
Mauricio Macri intentó sonar tajante cuando rechazó ayer cualquier posibilidad de confluir en un proyecto político con el ex presidente Eduardo Duhalde, quien anunció su regreso a la actividad partidaria luego de diciembre. "Pensé que había dicho que se retiraba de la política", sostuvo Macri al admitir que "durante la crisis de 2001" mantuvo conversaciones con Duhalde. El electo jefe de gobierno porteño rechazó cualquier vinculación al aclarar que Duhalde "no participa" del espacio político que él lidera en Pro. "Tenemos una relación de respeto, porque en Pro valoramos el diálogo y el respeto", concluyó.
Mauricio Macri intentó sonar tajante cuando rechazó ayer cualquier posibilidad de confluir en un proyecto político con el ex presidente Eduardo Duhalde, quien anunció su regreso a la actividad partidaria luego de diciembre. "Pensé que había dicho que se retiraba de la política", sostuvo Macri al admitir que "durante la crisis de 2001" mantuvo conversaciones con Duhalde. El electo jefe de gobierno porteño rechazó cualquier vinculación al aclarar que Duhalde "no participa" del espacio político que él lidera en Pro. "Tenemos una relación de respeto, porque en Pro valoramos el diálogo y el respeto", concluyó.