El gobernador, Carlos Verna, anunció ayer un aumento del ocho por ciento para los empleados de la administración pública provincial, retroactivo al 1 de octubre de este año, de acuerdo a la pauta salarial fijada para cada trimestre, que será liquidado junto a los haberes de este mes.Con este porcentaje, el salario mínimo de bolsillo para los trabajadores estatales pasará a ser de 1.410 pesos, con una mejora del 34 por ciento en este año, informó el gobierno. El incremento incluye también a los planes de Jornada Reducida.Para hacer frente a las subas, el Estado desembolsará 64 millones de pesos en el año, indicó el gobernador, y puntualizó que el anuncio no fue realizado anteriormente para que no se le diera un tinte de carácter electoral. “Por eso lo hacemos después de las elecciones. Lo decimos a principios de mes para que los empleados sepan cuál es el incremento que les corresponde y es el último que estamos otorgando como administración de la Provincia porque ya hay un gobernador electo que es quien va a comenzar a aplicar las nuevas pautas salariales”.El primer mandatario destacó que “hemos recuperado el salario del empleado público. Cuando uno analiza los índices, vemos que está por encima de cualquier otro que se considere, porque además estamos hablando de índices que son valores mínimos”.“En esto –continuó– no hemos incluido ni los salarios familiares ni el resto de las asignaciones que hemos venido aumentando y que hacen que el sueldo del empleado haya estado resguardado de la inflación y se recupere, pero hay que reconocer que se partió de una base muy deteriorada”.Balance. Verna habló de su gestión en estos cuatro años al frente de la Provincia. Dijo que “siempre quedan cosas por hacer” y admitió que le hubiese gustado “concretar algunas de las acciones que hemos iniciado y que llevarán un ritmo de acuerdo a las posibilidades de inversión que tenemos”.Nuevo gobierno. Consultado sobre el nuevo gobierno que asumirá el 10 de diciembre, Verna señaló que “si nos piden opinión, la daremos con sinceridad con respecto a los funcionarios, pero es una decisión que debe tomar el gobernador electo”.“He visto que por ahí me hacen demasiado influyente, pero cuando asumí en 2003 elegí yo a mis colaboradores y creo que eso es facultad de todo aquel que resulte electo. La ciudadanía confía en uno y uno debe tomar la responsabilidad de asignar quienes lo van a acompañar. Si me piden ayuda o consejos voy a hacerlo, pero nunca voy a interferir”, aclaró.
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