Victoria Donda Pérez es la primera diputada electa que es nieta recuperada. Además desde Alfredo Palacios es con 28 años, la legisladora más joven que ingresará al recinto. En 23 minutos con Gerardo Rozin contó su dura historia personal que la llevó hasta las lágriams. Ahora, representará a Libres del Sur una agrupación de izquierda de Frente para la Victoria en el Congreso.Los recuerdos fueron llegando. “Mi papá y mi mamá eran montoneros militantes y fueron secuestrados”. Mi mamá fue llevada a la ESMA y fue allí donde nací. Supongo que mi tío que era jefe de un grupo represor me entregó a mi papá”.A partir de allí su nueva vida. “Fui a un colegio de monjas y participaba de un grupo juvenil. Como me portaba muy mal siempre me mandaban a confesar. Ahí conocí a un cura piola que es vez de confesarme me contaba sobre historia. Una vez me regaló un libro del Che Guevara y me di cuenta que existía otra gente que hacía otras cosas”.Consultada por su relación con su padre señaló que “lo sigo queriendo a pesar de que tiene que estar detenido”.Su vida comenzó a cambiar en Agosto del 2003. “En ese momento, dos chicas de Abuelas de Plaza de Mayo se me acercaron y me dijeron que podía ser nieta de desaparecidos que las abuelas buscaban”. Conocí a mi tía Lidia que es otra compañera sobreviviente que estuvo detenida con mi mamá en la ESMA y que la ayudó a tenerme. Con ella volví a la ESMA, me costó volver pero tenía que cerrar, tuve miedo, fue feo, muy feo”.Sobre su abuela biológica, la diputada electa aclaró que “fue una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, y se tuvo que exiliar a Canadá donde vive en la actualidad. Se puso muy contenta cuando pasé a integrar la lista del partido y ahora más que fui elegida. Además me ve por la televisión. Fue en su casa donde vi la primera foto de mi mamá y me di cuenta que tenía sus mismos ojos”.Más tarde contó y sorprendió. “Cuando mi papá salió libre le inició a mi abuela juicio por la tenencia de mi hermana, una situación que se sostuvo hasta antes del 2003. Ahora mi papá esta cómodamente detenido en el edificio Libertad hasta que la justicia se decida. En estos días, la Justica está con el caso Febres de la ESMA pero es sólo el primero”. De inmediato afirma que “quiero justicia y no venganza porque no me quiero convertirme en lo mismo que quienes hicieron lo que hicieron”.Su llegada al Congreso y nueva ocupación sostuvo emocionada que “voy a asumir con la responsabilidad de representar a mis padres.” Luego, más distendida sostuvo que “en el recinto están muy contentos pero algunos no me trataron muy bien. Sé que hicieron comentarios subestimándome por joven y por mujer. Sobre el acercamiento de algún diputado aclaró que “todavía no hubo lances, no se animan”.
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