Varias incongruencias que ofrece el sistema electoral saltan a la vista al observar los resultados del escrutinio provisorio de las elecciones del domingo. Incluso altos funcionarios del gobierno de Néstor Kirchner se mostraron preocupados por ellas: en la provincia de Buenos Aires figura que hubo 142.000 votantes más para elegir presidente que para senadores o diputados provinciales. En principio, el número de electores debería ser casi idéntico. En teoría, cada votante que ingresa en el cuarto oscuro lo hace para elegir todas las categorías: nacionales, provinciales y municipales. Si no lo hace por alguna de ellas se computa "voto en blanco" en el rubro. En Buenos Aires se asentaron 7.315.000 electores para presidente y 7.173.000 para legisladores locales. Debería coincidir, o casi. Incluso, podría haber más votantes para senadores y diputados provinciales, porque los extranjeros intervienen en la selección de cargos distritales y no los nacionales. Por caso, en la tercera sección electoral las mesas electorales eran 9063 para presidente y 9330 para legisladores locales. Sin embargo, según las pantallas oficiales, hubo 55.000 votantes menos para senadores provinciales (2.453.000) que para presidente (2.508.000). Tal diferencia causó preocupación a funcionarios oficiales. Incluso le pareció abultada al director nacional electoral, Alejandro Tullio, que dio su explicación: "Ocurre que las autoridades de mesa no saben llenar los telegramas. Muchos electores votan para presidente y no para cargos provinciales". Entonces, debería figurar ese voto como "en blanco". "Pero no lo asientan como voto en blanco, porque sólo cuentan el voto en blanco para presidente y no para los demás cargos", explicó a LA NACION, con algunas planillas mal confeccionadas en la mano. Sin embargo, en la tercera sección electoral, hubo 191.000 votos en blanco para presidente y 326.000 para senadores provinciales. O sea que, al menos, muchas autoridades sí asentaron el voto en blanco. Este fenómeno se repitió en casi todas las secciones electorales, excepto en La Plata. Allí prevaleció la lógica -por las mesas de extranjeros-: hubo más electores para cargos distritales que para presidente. Precisamente, en esa sección, la octava, ganó la candidata presidencial opositora Elisa Carrió (CC), con dos puntos sobre su par oficialista, Cristina Kirchner. ¿Hubo votantes o boletas falsos? ¿Las autoridades asentaron mal los datos? ¿Estas irregularidades pudieron influir en el resultado final de las elecciones? Es posible que no tuvieran incidencia en la elección presidencial ni en la definición sobre el ballottage. Pero bien podrían modificar los porcentajes en la definición de diputados o senadores provinciales. Lo seguro es que refleja una precariedad en el sistema electoral nacional que el domingo registró denuncias de demoras, malas prácticas de autoridades y robo de boletas. "Todo eso se corregirá con el escrutinio definitivo. Cuando se cuenten las actas ese error desaparecerá. Los escrutinios provisorios no son exactos, son una tendencia para dar certidumbre", dijo Tullio. La misma incongruencia que en la tercera sección se reiteró en la primera. Se registran allí 44.200 votantes menos para diputado provincial (2.454.000) que para presidente (2.498.000). También había extranjeros y también se duplicó el voto en blanco: legisladores distritales, 374.600; presidente 191.000. Entre las secciones primera y tercera se concentran 6.900.000 votantes de los 10 millones de toda la provincia. Las mismas diferencias de votantes en favor de la categoría presidencial figuran en las secciones segunda (8911), cuarta (4278), quinta (22.869), sexta (7775) y séptima (2045). Sólo en La Plata se invirtió esa constante: se asentaron 3245 electores más para senadores provinciales (317.453) que para presidente (314.208). Allí ganó Carrió (36%) sobre Cristina Kirchner (34%). ¿Hubo allí autoridades de mesa más preparadas? ¿O la Coalición Cívica tenía allí los fiscales que no tenía en el conurbano? También en Mendoza y Jujuy, fiscalizadas por la oposición, al igual que en La Plata, figuran más votantes para provinciales que para presidente.
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