Trabajadores y trabajadores de la empresa “SM Textil” -una fábrica de camisas que funciona en la calle Poblador Desconocido 45 (ubicada casi en la esquina con avenida Luro)- denunciaron ante El Diario el “irregular” funcionamiento de la empresa, con “trabajadores en negro, explotación y el pago irregular de sueldo” a través de subsidios. Las autoridades laborales hasta ahora han respaldado a los dueños. Además, les dieron subsidios.La fábrica (que tiene entre 65 y 70 trabajadores) produce camisas de las marcas Cacharel, Mónaco, Kevingstone, Dior y Cliffor. También produce indumentaria para el Servicio Penitenciario Federal, que adquiere la marca Rialto. La producción diaria es de 500 camisas.La empresa “SM Textil” es propiedad de Javier Martínez. Hasta diciembre del año 2006 estaba a nombre de su hijo, Darío Martínez. Pero los trabajadores tuvieron que renunciar porque la empresa iba a cambiar de dueño: la opción era renunciar o los echaban, según dijeron.En diálogo con El Diario, los trabajadores revelaron que “estamos en negro. Nos hacen trabajar 9 horas. Les pagan 900 pesos a los operarios. Nos pagan 4 por planilla, con un subsidio y el resto con plata. Pero nos deben al aguinaldo y nos pagan así, de a puchitos”.La situación “irregular” de la empresa “SM Textil” (el nombre es porque originalmente la sociedad fue armada por Sabaidini y Martínez) fue advertida a través de los medios de comunicación en mayo de 2007. Hubo un escándalo mediático y la intervención de la subsecretaría de Trabajo, pero todo quedó bajo la alfombra.“Esa vez apareció gente de los Derechos Humanos. Nosotros queríamos ir. Pero (Marcelo) Pedehontáa nos dijo que o íbamos con los Derechos Humanos o recibíamos el subsidios, seguíamos y nos callábamos”, dijeron.El subsidio que cobraron fue de 500 pesos. Lo cobraron tres meses, uno de ellos en forma salteada.En la planta hay unas ocho chicas que cobran Plan Jefe y Jefas de Hogar. Cuando fue una inspección de la AFIP las “encerraron en el baño” y “escondieron carpetas”, indicaron.“Hay otras chicas que van a trabajar los sábados, o después de hora, cuando nos vamos todos. Una vez que fuimos a hacer horas extras, las vimos”, dijo una empleada.El subsidio que cobraron lo percibieron en el Banco de La Pampa. Cuando van hay una ventanilla separada por la que cobran el subsidio.Los trabajadores con los que habló un cronista de El Diario aseguraron que “estamos en negro. No estamos registrados. No tenemos obra social ni aportes, nada”. Tampoco cobran las asignaciones familiares.El sistema de “explotación” que padecen los trabajadores se completa con “sanciones arbitrarias”.“Si estás hablando, te aperciben. A los tres apercibimientos, una suspensión”, apuntaron.Los descuentos cuando hay sanciones son muy importantes: “nos sacan 160 ó 180 pesos”, dijo un trabajador. El rubro de presentismo en el salario de los trabajadores es de 160 pesos.El gremio, la Asociación Obrera Textil, no apareció nunca por el lugar.EmpresacuidadaEn la guía de empresas de La Pampa que figura en el Ministerio de la Producción, “SM Textil” es la primera que aparece en el rubro “Industria Textil e Indumentaria”. Allí se consigna que inició su actividad en el año 2002 y que los contactos son Julián y Darío Martínez.Darío Martínez es un empresario al que el gobierno le dió el 14 de junio de 2006 uno de los 10 galpones entregados en el Parque Industrial. La entrega de los galpones modulares se hizo al estilo de la entrega de casas: una llave para cada adjudicatario. Y estuvo a cargo del ministro de la Producción, Ricardo Moralejo.Las galpones, de 10,20 metros, tienen un costo de 60.000 pesos, y los empresarios lo recibieron a través del Régimen de Promoción Industrial que prevé una devolución a 10 años con una tasa anual del seis por ciento.
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