Los gremios que agrupan a taxistas, colectiveros y camioneros están ejerciendo una fuerte presión en la Legislatura porteña, tendiente a que no se apruebe un proyecto de ley que establece un sistema de puntaje para el registro de conductor, con el objetivo de mejorar el índice de cumplimiento de las normas de tránsito. Los puntos se le otorgarían a cada conductor, que los iría perdiendo a medida que se cometan infracciones. El castigo, para el que se queda sin puntos, sería una inhabilitación temporaria para manejar.Se trata de un sistema que se aplica desde la década pasada en muchos países, como España, Francia y Alemania. En la Legislatura se estudia desde hace no menos de cuatro años, pero aho ra, por primera vez, parece haber posibilidades reales de que sea aprobado.Frente a esta situación, el Sindicato de Peones de Taxis, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el Sindicato de Choferes de Camiones y la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) enviaron cartas documento a los presidentes de bloques y al titular de la comisión de Tránsito, en un tono poco habitual. En las cartas, se pide que la Legislatura "se abstenga" de tratar el proyecto de ley y se habla de la posibilidad de llevar adelante "medidas de acción directa (...) para impedir que se conculquen los derechos de nuestros representados".Las cartas están firmadas por el taxista Omar Viviani -kirchnerista e incondicional de Hugo Moyano, el jefe de la CGT- y por Roberto Fernández, secretario general de UTA. Allí se advierte que el sistema de puntaje generaría "una flagrante desigualdad, arbitrariedad e inconstitucionalidad"."Sería muy injusto que se aplique la misma reglamentación al conductor particular, que tal vez maneja una hora día, y al colectivero, que está en el volante doce horas, y queda mucho más expuesto a cometer infracciones. Aparte, antes de crear un registro con puntaje hay que corregir muchas cosas en el tránsito de Buenos Aires. Por ejemplo, hay que poner los semáforos antes del cruce de la bocacalle, y no después, porque un colectivo puede empezar a cruzar en verde y la cola le termina cruzando en rojo", dijo a Clarín Mario Caligari, secretario de Prensa de la UTA. En los sindicatos de peones de taxis y de camioneros no respondieron los llamados de este diario.Legisladores de distintos bloques contaron que representantes gremiales participaron en varias reuniones acerca de este tema. Allí argumentaron que el proyecto, de aprobarse pondría en riesgo las fuentes de trabajo de los conductores profesionales, por la cantidad de horas diarias que ellos pasan en la calle.A raíz de esos planteos, los diputados empezaron a conversar la posibilidad de que el sistema entre en vigencia en forma escalonada: que al principio sólo se descuenten puntos a quien cometa faltas graves o muy graves y que más tarde empiecen a contabilizarse las moderadas y las leves. También se habría llegado a un consenso importante alrededor de la idea de que la primera inhabilitación que se le aplicaría a los conductores en general no corra para los profesionales."Siempre estuvimos abiertos al diálogo, así que no se entiende esta postura de los gremios. Creemos que hay que avanzar con el sistema de puntos porque la experiencia internacional demuestra que es beneficioso", dijo Jorge San Martino, del bloque macrista y presidente de la comisión de Tránsito.De todas maneras, los diputados parecen tratando de maniobrar entre los planteos gremiales y una ley que que seguramente le caería bien a la sociedad."Por supuesto que hay que proteger las fuentes de trabajo, pero no estoy de acuerdo en que los conductores profesionales gocen de contemplaciones especiales. Por el contrario, en el proyecto de sistema de puntaje que se presentó yo había previsto una severidad especial con quienes tienen la responsabilidad de transportar pasajeros", opinó la kirchnerista Silvia La Ruffa.Desde el espacio político de Jorge Telerman, todavía jefe de Gobierno, Florencia Polimeni consideró que "muchos de los planteos gremiales son razonables en cuanto al riesgo de las fuentes de trabajo y por eso se debe hacer una implementación paulatina de este sistema. Pero la conducta en la calle debe cambiar y esta ley sería un empujón .
Clarín