Luego del retiro, los jugadores solían optar por seguir su carrera como técnicos, ayudantes o representantes. Pero en los últimos tiempos cambió la tendencia. Infobae.com averiguó los por qué
Entre la cantidad de carreras cortas que aparecieron en la última década, podría agregarse una más: la de futbolista.La vida útil de un jugador se termina entre los 30 y los 35 años y es ahí cuando surge el planteo, la pregunta de cómo seguir. Está claro, no es fácil. Después de entrenarse todos los días, de pasar parte de la semana en concentraciones y viajes, la vida de un futbolista cambia radicalmente.Fernando Galetto fue uno de los que se lo planteó cuando se retiró: "Es una situación muy difícil, porque uno es grande para replantearse qué hacer de su vida pero a la vez es joven y tiene que seguir", le cuenta a Infobae.com el volante que fue campeón con San Lorenzo en 1995.Galetto terminó su carrera y eligió invertir en el campo, en Monte Cristo, una localidad que está a 25 kilómetros de la ciudad de Córdoba."Me gustó la idea porque a mi el campo siempre me gustó y veía que era una inversión buena y segura. Además, hay varias opciones: se puede trabajar, sembrar, o también alquilarlo", explica.Lo primordial, dice, es poder divertirse con la nueva elección. "Es difícil encontrar algo que te llene como lo hace el fútbol. Pero yo prefería hacer otra cosa y me salió bien, porque esto me gusta. Tenemos vacas, chanchos, gallinas. Administro eso. Y cuando no está la época de cosecha, hago mejoras: arreglo la casa, pongo plantas", detalla.Así como Galetto eligió dedicarse al campo, Germán Burgos (ex arquero de Ferro, River, Mallorca y Atlético Madrid) colgó los guantes y tiene su banda de rock, al igual que el "Rifle" Fernando Pandolfi (ex Vélez), que acaba de sacar un disco con "Mil Hormigas". Otro que se dedicó a la música fue el ex arquero de Vélez y Boca, Sandro Guzmán, aunque en otro género: el reggae.Pero hay más. Sergio Goycochea, que fue arquero de River y de la Selección argentina, entre otros equipos, es conductor de televisión. Y Omar Palma, aquel número 10 ídolo de Rosario Central, dejó su puesto como entrenador de las divisiones inferiores del club del "Canalla" y es jefe comunal de Ibarlucea, un pueblo que está a siete kilómetros de Rosario.Pablo Michelini es otro caso. Cerró su etapa como número 5 de San Lorenzo a los 32 años y se dedica a emprendimientos extrafutbolísticos: tiene complejos turísticos en Mar de las Pampas y estaciones de servicio en la zona sur del Gran Buenos Aires.Damián Manusovich también jugó en el "Ciclón", también fue campeón en 1995 y también se dedica a otra cosa: maneja su restaurante Limbo Club, que queda en Palermo."Lo mío fue paralelo, porque desde los 19 o 20 años abrimos el primer local con Christian Bassedas, que se llemaba Habana Bar y estaba en Villa Devoto. Desde ahí, la gastronomía me gustó y cuando me retiré se dio como algo natural", cuenta.El ex lateral izquierdo explica que cuando la carrera se termina uno debe reinventar su vida. "Cuando jugás no sos consciente, porque estás con el ritmo del deporte. Pero cuando te bajás, reinsertarte en otros ámbitos no es una tarea fácil", dice.Manusovich está al frente del restaurante, pero no cocina: "Me gusta estar alrededor de la cocina, soy un gran degustador", expresa entre risas. "Cuando jugás, el hecho de disfrutar de lo que hacés está implícito. Y cuando te retirás, tenés que seguir buscando cosas que te gusten. Yo lo encontré y estoy contento", declara.Y no descarta volver algún día: "Hay muchas cosas del fútbol que me apasionan y no descarto de volver a participar. No como representante, pero tal vez ayudando a algún amigo que se anime a la patriada de ser entrenador".Igualmente, tiene la posibilidad de hablar de fútbol en "Siamo Fuori", el programa radial que conduce con Christian Bassedas y Fernando Pandolfi.Galetto también mira fútbol cuando puede y está con el proyecto de armar una mutual para ex jugadores en Córdoba, junto con José Luis Villarreal, Claudio Rivadero y Javier "El Perro" Arbarello, entre otros.En el exterior también hay ex futbolistas que apuntaron su vida hacia otro lado. Enzo Francescoli, por ejemplo. "El Príncipe" vive en Miami y se desempeña como Vicepresidente y Director Ejecutivo de GOL TV, un canal de televisión que lleva el fútbol a todos los rincones de los Estados Unidos.
Entre la cantidad de carreras cortas que aparecieron en la última década, podría agregarse una más: la de futbolista.La vida útil de un jugador se termina entre los 30 y los 35 años y es ahí cuando surge el planteo, la pregunta de cómo seguir. Está claro, no es fácil. Después de entrenarse todos los días, de pasar parte de la semana en concentraciones y viajes, la vida de un futbolista cambia radicalmente.Fernando Galetto fue uno de los que se lo planteó cuando se retiró: "Es una situación muy difícil, porque uno es grande para replantearse qué hacer de su vida pero a la vez es joven y tiene que seguir", le cuenta a Infobae.com el volante que fue campeón con San Lorenzo en 1995.Galetto terminó su carrera y eligió invertir en el campo, en Monte Cristo, una localidad que está a 25 kilómetros de la ciudad de Córdoba."Me gustó la idea porque a mi el campo siempre me gustó y veía que era una inversión buena y segura. Además, hay varias opciones: se puede trabajar, sembrar, o también alquilarlo", explica.Lo primordial, dice, es poder divertirse con la nueva elección. "Es difícil encontrar algo que te llene como lo hace el fútbol. Pero yo prefería hacer otra cosa y me salió bien, porque esto me gusta. Tenemos vacas, chanchos, gallinas. Administro eso. Y cuando no está la época de cosecha, hago mejoras: arreglo la casa, pongo plantas", detalla.Así como Galetto eligió dedicarse al campo, Germán Burgos (ex arquero de Ferro, River, Mallorca y Atlético Madrid) colgó los guantes y tiene su banda de rock, al igual que el "Rifle" Fernando Pandolfi (ex Vélez), que acaba de sacar un disco con "Mil Hormigas". Otro que se dedicó a la música fue el ex arquero de Vélez y Boca, Sandro Guzmán, aunque en otro género: el reggae.Pero hay más. Sergio Goycochea, que fue arquero de River y de la Selección argentina, entre otros equipos, es conductor de televisión. Y Omar Palma, aquel número 10 ídolo de Rosario Central, dejó su puesto como entrenador de las divisiones inferiores del club del "Canalla" y es jefe comunal de Ibarlucea, un pueblo que está a siete kilómetros de Rosario.Pablo Michelini es otro caso. Cerró su etapa como número 5 de San Lorenzo a los 32 años y se dedica a emprendimientos extrafutbolísticos: tiene complejos turísticos en Mar de las Pampas y estaciones de servicio en la zona sur del Gran Buenos Aires.Damián Manusovich también jugó en el "Ciclón", también fue campeón en 1995 y también se dedica a otra cosa: maneja su restaurante Limbo Club, que queda en Palermo."Lo mío fue paralelo, porque desde los 19 o 20 años abrimos el primer local con Christian Bassedas, que se llemaba Habana Bar y estaba en Villa Devoto. Desde ahí, la gastronomía me gustó y cuando me retiré se dio como algo natural", cuenta.El ex lateral izquierdo explica que cuando la carrera se termina uno debe reinventar su vida. "Cuando jugás no sos consciente, porque estás con el ritmo del deporte. Pero cuando te bajás, reinsertarte en otros ámbitos no es una tarea fácil", dice.Manusovich está al frente del restaurante, pero no cocina: "Me gusta estar alrededor de la cocina, soy un gran degustador", expresa entre risas. "Cuando jugás, el hecho de disfrutar de lo que hacés está implícito. Y cuando te retirás, tenés que seguir buscando cosas que te gusten. Yo lo encontré y estoy contento", declara.Y no descarta volver algún día: "Hay muchas cosas del fútbol que me apasionan y no descarto de volver a participar. No como representante, pero tal vez ayudando a algún amigo que se anime a la patriada de ser entrenador".Igualmente, tiene la posibilidad de hablar de fútbol en "Siamo Fuori", el programa radial que conduce con Christian Bassedas y Fernando Pandolfi.Galetto también mira fútbol cuando puede y está con el proyecto de armar una mutual para ex jugadores en Córdoba, junto con José Luis Villarreal, Claudio Rivadero y Javier "El Perro" Arbarello, entre otros.En el exterior también hay ex futbolistas que apuntaron su vida hacia otro lado. Enzo Francescoli, por ejemplo. "El Príncipe" vive en Miami y se desempeña como Vicepresidente y Director Ejecutivo de GOL TV, un canal de televisión que lleva el fútbol a todos los rincones de los Estados Unidos.