No habrá reunión, ya es tarde. Desde que pisé tierra argentina, Babington no cumplió ninguna de sus promesas. Y desde que hice público que no sabía si continuaría, el presidente se dedicó a decir que yo tendría una oferta. Una bajeza. Por eso, me voy".Claro y contundente, Osvaldo Ardiles dejó de ser el técnico de Huracán por diferencias con Carlos Babington. Como había pasado con Mohamed, como se suponía que iba a terminar esta novela. Justo cuando parecía que el Globo iba a redondear una noche perfecta tras el 2-1 a Vélez y los 30 puntos en el torneo, la decisión del Pitón opacó todo. Y le puso fin a un paso más que aceptable, en el que el ahora ex DT sacó 21 puntos sobre 39 (54% de efectividad). La relación del técnico con Babington se tornó insostenible desde hace tiempo. El cortocircuito surgió antes del partido ante Estudiantes cuando, según explicó el presidente, Ossie pidió cobrar el sueldo de octubre mientras el plantel recién acababa de cobrar el de septiembre. Ante el no, el entrenador puso en duda su continuidad y ahí, el que se enojó fue Babington. El diálogo se cortó. Y no hubo vuelta atrás. "Mi problema no es económico. La actitud del presidente me desilusionó. Me decepcionó como dirigente y como persona", explotó Ardiles, evidenciando que no le gustó nada que el Inglés hablara en los medios y siguiera "metiendo leña en vez de tratar de arreglar las cosas y acercarse". Del otro lado, Babington se mostró "sorprendido" por la renuncia y dijo que se enteró por la radio. "Es lamentable, pero es una decisión de él". Y así como desde su entorno dicen que aún no sabe por qué se fue, por los alrededores del club ya se escuchan los nombres de Ischia, Pedro Monzón y Passarella para ocupar el banco. Ese que Ardiles dejó con dolor: "Fue muy duro. La gente de Huracán, con todo su aliento, me hizo dudar. Pero ya está, me vuelvo a Inglaterra". Yes, se fue.
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