martes, 2 de octubre de 2007

Proponen en Alemania que el matrimonio dure nada más que siete años


Sus dos divorcios le sirven de experiencia para afirmar que el matrimonio no es "hasta que la muerte nos separe". Gabriele Pauli, una política alemana hasta hace poco desconocida, lanzó una propuesta que convence a unos y escandaliza a la mayoría de los alemanes: limitar el matrimonio a siete años, con la opción de dejarlo vencer o renovarlo, como un contrato.El amor -insiste esta pelirroja de ojos claros y 50 años muy bien llevados- no puede durar más de siete años. "Después muchas parejas sólo existen para el exterior, pero por dentro están rotas. Si el matrimonio se disolviera inmediatamente se ahorrarían peleas y costos de separación", declaró Pauli.Su propuesta cayó como una bomba en su partido, la bávara Unión Social Cristiana (CSU), la formación más conservadora de Alemania. "Una política tiene que saber percibir las cosas que otros piensan", dijo Pauli para defenderse de los ataques de sus propios correligionarios, que hasta le aconsejaron tratamiento psiquiátrico. Jefa de distrito de la ciudad de Fürth (en Franconia), Pauli está afiliada a la CSU bávara desde hace treinta años. Saltó a la fama a fines de 2006 al criticar y enfrentarse al caudillo regional bávaro Edmund Stoiber, quien finalmente cayó en desgracia. Para mayor indignación de la cúpula partidaria, Pauli se presentó (sin suerte) para suceder a Stoiber en la presidencia del partido. "Quien proponga el matrimonio a plazo fijo va en contra de la CSU. Lo rechazamos de plano, esto ni lo discutimos", comentó el presidente saliente del partido, Edmund Stoiber. En su discurso de despedida, Stoiber subrayó el viernes pasado que su partido defiende "los valores conservadores", entre ellos el matrimonio."Un plazo de siete años es adecuado" porque, a menudo, después de ese tiempo la pareja entra en crisis, insistió Pauli. "Pasado ese tiempo se puede decir sí quiero, es decir, seguirá habiendo matrimonios para toda la vida", agregó. "Pero ya hoy una de cada dos parejas fracasan. Y muchos siguen casados sólo por temor a la separación, por dependencia económica o ventajas fiscales. Pero el matrimonio no está para dar seguridad, lo que debe contar es el amor", explicó.Para la Iglesia Católica de Baviera, "un matrimonio con vencimiento es una contradicción en sí mismo. Nadie se casa para luego separarse", declaró al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung el portavoz del Arzobispado de Munich-Freising, Winfried Roehmel.Mientras insiste en que la política familiar alemana es anticuada, Pauli copa los titulares de la prensa del corazón. Posó envuelta en la bandera de Baviera, sin nada abajo, para la tapa de Bunte, también apareció enfundada en guantes de látex y se suele fotografiar vestida con ropa de cuero arriba de su moto Ducati o manejando su Audi 8 Turbo. Junto a sus propuestas, una combinación demasiado osada en Baviera.

clarín