martes, 2 de octubre de 2007

La pericia no explica qué alteró el equilibrio del andamio


Razón: el dictamen técnico dice que uno de los contrapesos no fue suficiente. Pero no explica la razón por la que a las dos y media de la tarde y después de que los trabajadores completaron la pintura del 10º piso, el equilibrio del andamio se alteró. La pericia realizada por el ingeniero civil Mariano Tierno del accidente de Hugo Bustos y su hijo, el 18 de mayo de 2004, dice que uno de los contrapesos falló. Pero menciona que la diferencia entre el peso ideal del contrapeso y el material hallado era muy grande: el contrapeso debió ser de 262,86 kilogramos y sólo se encontraron elementos de contrapeso por 80.Cabe recordar que una fuente permitió revelar datos sobre el robo de cadáveres realizado en torno al caso de Rufino Otero, un millonario hacendado cuya herencia es reclamada por una mujer que asegura ser su hija. Después de que esta mujer presentó un juicio de filiación en agosto de 1999, el cadáver de Rufino fue robado. Por otro lado, esa fuente indicó que el pintor Hugo Bustos (quien trabajaba en el sector de la funeraria de la Cooperativa de Santa Rosa) le confesó que participó de la remoción de los cadáveres. Posteriormente, Bustos y su hijo murieron cuando el andamio en el que trabajaban en el edificio Pampa se precipitó a tierra.Un accidenteLa pericia fue realizada en la causa sobre la muerte de Hugo y David Bustos, caratulada “sobre muerte en accidente de trabajo”. El juez Carlos Jorge habló con la prensa pocos minutos después de la caída de los pintores y dijo que se trató de “una muerte en accidente”. También dijo que “aparentemente se desenganchó el andamio en que estaban los pintores. Una de las latas que habrían sido colocadas como contrapeso cayó sobre un auto que pasaba por la calle”.El diario La Arena en su edición del día 19 de mayo citó las palabras de uno de los policías que realizaron el sumario policial: “Vamos a pedir una pericia y así cerrar la causa”.La pericia estuvo a cargo del ingeniero civil Mariano Tierno. Son 15 páginas de una carilla donde describe los elementos encontrados en el lugar del siniestro, los contrapesos, los tachos de pinturas, las vigas y los cables.Primero Tierno describe el funcionamiento de un andamio hecho con lanzas, es decir, viguetas que se colocan en voladizo sobre los bordes de la azotea o terraza del edificio.La carga dinámica del andamio fue calculada en 1.012,5 kilogramos. Se estima que según el peso del andamio (unos 150 kilogramos), el peso de los dos pintores (unos 180 kilos que suman dos personas medianas) y el peso mínimo de los tarros de pintura (75 kg.), la carga estática total era de 405 kilogramos. La dinámica es 2,5 veces la estática (es decir, 405 x 2,5), precisamente así se determina el peso de 1.012,5 kilogramos. Cada punto de anclaje soportaba 506,25 kilogramos.Finalmente, por otro cálculo y teniendo en cuenta que las viguetas sobresalían unos 90 centímetros (como mínimo) de la terraza, la pericia estableció que el contrapeso debía ser como mínimo de 262,86 kilogramos.El juez Carlos Jorge en su resolución dice que de la pericia de Tierno se desprende que “el siniestro ocurrió porque los contrapesos que tenían las lanzas tendrían que haber sido de 262,86 kilogramos y el observado en la Seccional que habría utilizado esta gente (sic), tenía unos ochenta kilogramos”.Agrega que “esto hizo que una de las lanzas pendulara y cayera, quedando de esta manera sin sostén en un extremo del andamio, lo cual originó que la segunda lanza se arrastrara ya que solamente estaba atada a la estructura de un tejido de los tendederos”. Se agrega que no se observó la presencia de cable de vida atado en forma independiente a un punto fijo del edificio.El andamio estaba sobre la avenida San Martín. La lanza del oeste (sobre la plaza) estaba paralela a la calle Gil y esa habría sido -según la pericia- la que osciló. Y la otra lanza (del del este) estaba ubicada en diagonal, apoyada en la terraza y además atravesaba un tejido de alambre de unos 80 centímetros.A pesar de que la pericia explica que primero cedió la lanza del oeste, los cuerpos de los pintores Hugo y David Bustos quedaron de ese lado, casi en el medio de la calle Gil. La pericia también revela que los trabajadores pintaron todo el piso 10º antes de precipitarse a tierra. En este punto, la pericia no señala qué factor modificó el equilibrio del andamio, sobre todo cómo soportó tanto tiempo con una diferencia tan notable en el contrapeso.

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