Las provincias deberán hacerse cargo de la tercera parte del costo fiscal que trae aparejada la emergencia agropecuaria. Según datos preliminares del Gobierno, la recaudación en 2009 perdería 5.000 millones de pesos por la prórroga decretada para Ganancias, Bienes Personales y Ganancia Mínima Presunta. Pero a su vez, la decisión reduce en $ 1.500 millones los recursos por coparticipación que se distribuyen entre las provincias, ya que una porción de los impuestos nacionales se coparticipan.El gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, afirmó ayer que la prórroga del pago de impuestos al sector agropecuario afectado por la sequía generará una disminución de $ 180 millones en los ingresos de la provincia y volvió a pedir al Gobierno que suspenda las retenciones a las exportaciones durante seis meses.El mandatario dijo que en los próximos días le solicitará una entrevista a la jefa de Estado, Cristina Fernández, para acercarle una propuesta con cinco puntos que elaboró junto a sectores políticos y sociales del distrito, en la que figura el aumento de sueldos y jubilaciones “para generar mayor consumo que permita recuperar la confianza y un movimiento en la economía”.La Presidenta anunció el lunes la postergación del pago de los tres gravámenes por un año, para aliviar la presión tributaria sobre los Productores agropecuarios afectados por la sequía. La emergencia para el sector se declaró a pedido de las provincias. El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, sostuvo que “esta vez el campo tiene razón”. Pero la decisión de postergar impuestos volverá como un búmeran sobre las cuentas públicas provinciales este año.El Impuesto a las Ganancias es uno de los tributos más coparticipados. Asimismo, también se verá afectado el monto de recursos con destino a los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). La reducción de ingresos para las provincias tendrá lugar durante el año electoral y en un marco en lo cual algunas administraciones comenzaron a tener problemas fiscales, incluso para el pago de los salarios de los empleados públicos.Por la reforma, Buenos Aires recibiría $ 400 millones menos, le sigue Santa Fe y Córdoba con $ 200 millones cada una aproximadamente. Entre las tres provincias concentran la mitad de las pérdidas del consolidado provincial. Por otra parte, Chaco, Tucumán, Entre Ríos, Mendoza, Santiago del Estero, Salta, Corrientes, Formosa, Misiones, San Juan y Jujuy recibirán entre $ 100 millones y $ 80 millones menos durante el ejercicio.Al igual que ocurrió con la eliminación de la tablita de Machinea, si la rebaja de impuestos logra sostener la actividad agropecuaria, parte de los recursos volverán al Fisco transformados en IVA o en impuestos al trabajo (contribuciones y aportes), por la contención de una ola de despidos en el sector rural. Es decir que parte del esfuerzo tributario para sostener la producción tendrá como amortiguador el mayor consumo. Sin embargo, como contrapeso a este efecto, para el caso de Santa Fe, Binner estimó las pérdidas del nivel de actividad por la sequía en $ 1.000 millones. La suma más que se duplicaría en la provincia de Buenos Aires.
El Cronista Comercial