viernes, 19 de octubre de 2007

Confirman que Schiaretti ganó en Córdoba por sólo 17.734 votos


CORDOBA.– Un mes y medio después de las elecciones del 2 de septiembre, Juan Schiaretti quedó consagrado como el próximo gobernador de Córdoba. El escrutinio definitivo le otorgó una ventaja de 17.734 votos sobre el opositor Luis Juez, que sigue sin reconocer el resultado. El dato se difundió el mismo día en que Cristina Kirchner volvió a la provincia para un nuevo acto de campaña, esta vez en la capital cordobesa y acompañada por sectores que forman parte de la coalición que lideró Juez. Lo más importante de esa excursión proselitista fue que consiguió encolumnar detrás de su candidatura al intendente electo de esta ciudad, Daniel Giacomino. Una semana antes, la primera dama había encabezado una reunión similar en Río Cuarto; en esa ocasión, rodeada de justicialistas. Apenas conocidas las cifras oficiales y definitivas de la justicia electoral, el ganador se calzó el traje de gobernador y convocó a las “fuerzas políticas democráticas” a una concertación, con el fin de acordar políticas de Estado y estrategias para diseñar un modelo de provincia para los próximos años. Schiaretti dejó fuera de esa concordancia a Juez, sobre quien descargó durísimos calificativos: “Es una persona inescrupulosa, cobarde e inmoral, que puso a Córdoba al borde del abismo”, dijo. Más aún: ratificó que le entablará dos querellas. Una, por sentirse injuriado por la retahíla de ataques que le propinó Juez en los últimos 45 días; otra, ante el fuero penal, “por la falsa denuncia de fraude”. Schiaretti ofreció una conferencia de prensa un par de horas después de que el juzgado electoral notificara a los apoderados de los partidos políticos las cifras finales del azaroso escrutinio definitivo. El candidato de Unión por Córdoba (PJ-Frente para la Victoria) obtuvo 582.973 votos, el 37,17 por ciento; Juez, del Frente Cívico y Social, 565.239 (36,09%) y Mario Negri, de la UCR, 347.698 votos (22,17%). La diferencia de 17.734 sufragios –un cortísimo 1,08 por ciento– resulta casi calcada del cuestionado escrutinio provisional que se extendió durante 16 horas entre el domingo 2 de septiembre a la noche y el lunes 3, cerca del mediodía. La inédita demora en la carga de las actas de votación y la estrecha diferencia que separaba a los candidatos que se disputaban la gobernación -ya entonces 17.000 votos- fue lo que alimentó la sensación de un proceso irregular y dio la justificación a Juez para denunciar que le "robaron" la elección. Eso después no ha quedado probado, no obstante la reiteración de las denuncias y acciones judiciales interpuestas por el juecismo, que ayer ratificó que las elevará a la Corte Suprema de Justicia para que ésta se pronuncie. En el adelanto de lineamientos de su futura gestión, que se iniciará el 10 de diciembre, Schiaretti indicó que ofrecerá a los partidos de la oposición "el control" de varias áreas como el Banco de Córdoba, la Empresa de Energía, la Caja de Jubilaciones, la obra social estatal y la Lotería, entre otras. El juecismo será incluido en esa apertura en tanto y en cuanto "acepte el veredicto de las urnas", puntualizó. Juez y sus apoderados continúan impugnando el resultado. Siguen reclamando la nulidad de los resultados de 700 urnas. El juzgado electoral sólo anuló 27 y, en principio, ha decidido no convocar a elecciones complementarias. El número de votos en juego no alcanza para torcer las cifras finales. Schiaretti promoverá, además, una "concertación política" para impulsar una "reforma política indispensable", que corrija los defectos del sistema que caotizaron la elección del 2 de septiembre o los manejos de la publicidad oficial. En el cuarto oscuro, los electores se encontraron con más de 30 boletas, que generaron una gran confusión y complicaron el escrutinio. Para eso, invitará a formar una comisión de notables que pondrá bajo la coordinación de Daniel Zovatto, un destacado politólogo. El próximo gobernador rechazó que las circunstancias en que se produjo su elección le resten legimitimidad o le provoquen debilidad institucional a su administración. Por lo pronto, la coalición oficialista cuenta con mayoría absoluta y quórum propio en la Legislatura unicameral. Anoche, Cristina Kirchner volvió a mantenerse equidistante respecto de la resolución de las elecciones provinciales, cuando participó de un acto en el estadio Vieja Usina, al que asistieron cerca de 2000 personas. Fue organizado por sectores que militaron o integran la coalición que llevó como candidato a Juez. La nota destacada la dio Giacomino -de la coalición juecista, electo intendente de Córdoba-, que no sólo asistió sino que pronunció un fogoso discurso de apoyo a la candidata oficialista. Esa presencia no contó con la aprobación de Juez, que públicamente había dicho por la mañana: "No es un acto que exprese lo que nosotros sentimos". Giacomino ya había tomado distancia de Juez cuando la semana pasada se reunió en la Casa Rosada con el presidente Néstor Kirchner para transmitirle su apoyo electoral. Cuando empezó con sus denuncias de fraude, Juez había dicho que él no apoyaría a ningún candidato presidencial. Los pronósticos previos sugieren que Córdoba no es un distrito demasiado propicio a Cristina Kirchner. De allí que el respaldo de Giacomino fuera apetecido por el kirchnerismo. "Estoy aquí por convicción, tengo autoridad moral para hacerlo", enfatizó el futuro jefe municipal, recordando que siempre compartió el proyecto de Kirchner. En busca de unidad En esa búsqueda de mejorar posiciones en el tercer distrito electoral del país, la candidata del oficialismo insistió ayer en la necesidad de unir a los sectores enfrascados en la pelea provincial. "Es necesario que los propios cordobesas reconstruyan en sí mismos la confianza y que sepan que la división, la pelea y el agravio no puede seguir durante mucho tiempo", afirmó en el estadio, al aludir por primera vez al conflicto por el polémico escrutinio que finalizó con el triunfo de Schiaretti. Y añadió: "La concertación plural tiene que ver con el aprendizaje histórico de mi generación, sobre cómo nos fue a los argentinos cada vez que nos dividieron". El dilema del matrimonio Kirchner en Córdoba incluye también la tirante relación que mantienen con el gobernador saliente y líder del PJ local, José Manuel de la Sota, que en los últimos días no dudó en criticar en público un discurso de la primera dama. Y obtuvo, a cambio, una velada reprimenda del Presidente.

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